Un proyecto de color para nuestras casas históricas

Un proyecto de color para nuestras casas históricas

Doce casas, con valor histórico, cultural, social y arquitectónico fueron restauradas y, posteriormente, reproducidas en lienzos por igual número de reconocidos artistas plásticos dominicanos.

Este proyecto, auspiciado por Pinturas Tropical, es una contribución al embellecimiento de nuestras principales ciudades, así como una forma de resaltar nuestros valores monumentales y tradicionales.

Es un ambicioso proyecto que culmina con una vistosa agenda para el 2004 que presenta, además de las imágenes de antes y después de cada casa, una pintura de nuestros famosos pintores y la historia presentada por un historiador.[tend]

Las obras de los doce artistas plásticos dominicanos están siendo exhibidas desde ayer en la Casa de las Academias, donde permanecerán por 30 días.

Las casas seleccionadas para este proyecto son el Instituto Duartiano, la casa de Juan Pablo Duarte, la del poeta Nacional don Pedro Mir, la Casa de las Academias, la casa de Solomé Ureña Ureña, la casa de los clubes de Tamboril, la de Silvano Lora, la casa de La Trinitaria, de las Hermanas Hernando, en La Vega; las casas de “Chiverton”, el papá de Los Guloyas, en San Pedro de Macorís; la casa del padre Castellanos, en Puerto Plata; la casa del medallista de oro en karate, en los Panamericanos 2003, en Samaná.

Presentan “Pinturas Tropical pinta su país”

El proyecto “Pinturas Tropical pinta su país”, que consiste en la restauración de 12 casas de valor histórico y cultural en todo el país, fue presentado ayer durante un acto en el cual también se dejó inaugurada la exposición de las obras que doce artistas plásticos dominicanos hicieran de esas mismas casas.

La presentación del proyecto estuvo a cargo de Verónica Sención, a quien le siguieron las palabras de César Iván Feris Iglesias, director de Patrimonio Monumental; Carlos Lorenzo, gerente de Mercadeo y el vicepresidente de Pinturas Tropical, José Alfredo Corripio Alonso.

Durante el acto se presentó un documental con una breve historia de las doce casas restauradas y un perfil de los pintores dominicanos quienes, a su vez, narran su experiencia en un hecho de tal naturaleza, seguido por el comercial “Pinturas Tropical pinta su país”.

Carlos Lorenzo, gerente de Mercadeo de Pinturas Tropical, explicó que el proyecto es la realización de un deseo de hace más de dos años, “cuando buscábamos la forma de retribuir al consumidor la preferencia que ha tenido por nuestra marca”.

Sostuvo que como empresa de pinturas “teníamos el reto de dejar una imagen palpable y perdurable, y decidimos rendirle tributo a nuestras glorias con la restauración de sus casas, recuperando el esplendor de sus primeros días”.

Dijo que muchas de estas casas requirieron más que una pintura en la fachada, pero que el esfuerzo ha valido la pena, por el valor histórico, emocional y social que tienen estas doce casas para la sociedad dominicana.

“Satisfechos por lo que hemos hecho, Pinturas Tropical tiene el placer de anunciar que esta iniciativa no termina con estas doce casas”.

Lorenzo anunció que año tras año van a escoger casas para seguir con esta labor, y cada casa apadrinada por la empresa tendrá una tarja de Pinturas Tropical Pinta su País, como garantía de que esta estructura se va a mantener brillantemente colorida a través del tiempo.

“Hemos organizado una campaña publicitaria para que esta obra estimule a las nuevas generaciones a conocer su pasado, a reasumir los valores de la dominicanidad, prácticamente perdidos en estos tiempos, y motive a otras empresas a seguir nuestros pasos”.

Agradeció el gesto de las autoridades, en especial de César Iván Feris Iglesias, director de Patrimonio Monumental, e igualmente de Verónica Sención, por su estímulo e iniciativas.

Una casa, un artista

El Instituto Duartiano, en la Isabel la Católica, Zona Colonial, es un local integrado por tres casas, marcadas con los números 308,304 y 306; que son la casa de Duarte, la casa donde nacio Salomé Ureña y el Insituto Duartiano. Fue creado en 1966, y entre sus antiguos muros hay biografías, datos e historias de quienes fueron luchadores incansables por la independencia dominicana,

La pintura artística del Instituto Duartiano estuvo a cargo de Marinéela Jiménez, quien nació en Mao, Valverde, en 1925. Fue fundadora de la Escuela Nacional de Bellas Artes y la primera mujer en ocupar su dirección.

La casa donde nació Juan Pablo Duarte es otra de las viviendas restauradas y reproducida por artistas plásticos de Pinturas Tropical. Está en la calle Isabel la Católica 304, en Santa Bárbara. Sencilla como fueron don Juan José Duarte y su señora Manuela Diez, padres de Juan Pablo Duarte, forjador de nuestra independencia.

Su presentación artística correspondió a José Ramón Rotellini, quien en 1963 terminó sus estudios de artes plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes, año en que viajó a España para continuar su formación.

La casa donde nació Salomé Ureña, poeta y educadora de todos los tiempos. Salomé Ureña nació en 1850, hija de don Nicolás Ureña de Mendoza y Gregorio Díaz de León, personas de amor por la lectura que supieron inculcar en su hija sabiduría y educación para convertirla en la primera dominicana inspiradora de poesías hechas canción.

La casa de Salomé Ureña, la humanista prominente del siglo XIX, ha tocado a Aquiles Azar, quien estudio en la academia de George Hausdorf, en los años 1944-1946.

La casa de la sociedad secreta La Trinitaria está en la Arzobispo Nouel número 155, donde la fundó Juan Pablo Duarte, el 16 de julio de 1838. Era esta la casa solariega del trinitario Juan Isidro Pérez y pertenecía, en ese momento, a Josefa Pérez de la Paz (Chepita).

Tony Capellán, uno de nuestros artistas plásticos más jóvenes con reconocimientos internacionales, es quien ha pincelado, por así decirlo, la histórica casa de La Trinitaria. Tony Capellán nació en 1955, en Tamboril, y sus obras han recorrido parte del mundo.

La Casa de las Academias. Son dos casas adquiridas por Manuel María Gautier hacia 1890, personalidad del siglo XIX, embajador plenipotenciario en varias ocasiones, y vicepresidente de la República en 1889, al lado de Ulises Heureaux, Lilís. En su inmueble, se dice, se gastó una fortuna. Los materiales fueron traídos de Europa.

La obra pictórica de la casa de las Academias está preparada por Cándido Bidó, quien nació en Bonao, en 1935. Pintor y dibujante, se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Ha recibido numerosos premios en concursos, y desde 1965 ha trazado en su país una línea de éxitos, siendo además profesor destacado de artes plásticas.

La casa de Pedro Mir, nuestro poeta nacional, la ocupó junto a su familia paterna, y compartió con sus nueve hermanos menores. Conserva el aire de los años 30. Don Pedro nació el 13 de julio de 1937. En esta casa, acostumbró a usar las sobremesas para lucir sus naturales dotes de gran conversador y maestro, con los cuales conquistaba siempre la atención de su audiencia.

Fernando Ureña Rib, quien nació en La Romana en 1951, es quien ha tenido el honor de hacer de esta casa una obra extraordinaria. Rib inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Francisco de Macorís y concluye en 1968 en Santo Domingo.

La casa de Silvano Lora, fallecido recientemente, en Arzobispo Meriño No. 104, donde funciona hoy la Fundación Silvano Lora, concebida por el artista bajo su deseo de que sirva como casa de cultura para todos los dominicanos y sera la fundación Silvano Lora. Silvano fue maestro de la plástica. Pintor, cineasta, poeta, cuentista, trabajador de impresionantes cualidades. Murió el 12 de julio de 2003.

Con el mismo orgullo, Pinturas Tropical presenta a Soucy Pellerano. Nació en Santo Domingo en 1928. Es pintora, dibujante e ilustradora. Estudio en Puerto Plata y en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

La casa de la familia Hernando de la Mota, en La Vega, es una obra en madera, cuya construcción se inició en 1916, año de la primera ocupación del ejército norteamericano, con un plano diseñado por don Pedro Bobea. Su proceso de construcción fue lento. Terminó dos años después. Es una casa con características sorprendentes para su época.

Alberto Bass, quien nació en Santo Domingo, es a quien ha tocado la pintura artística de la casa de las hermanas Hernando. Bass ha ocupado distintas funciones públicas. Es miembro fundador del Colegio Dominicano de Aristas Plásticos.

La casa Padre Castellanos puede verse en la calle del mismo nombre, marcada con el número 26, en Puerto Plata. Su construcción data del año 1908, y perteneció originalmente a Ramón Castellanos (Pepito). Es el reflejo de la época victoriana, siendo su fachada expresión arquitectónica más connotada, en que sobresale su galería.

Inés Tolentino fue la artista seleccionada para la pintura artística de la casa del Padre Castellanos. En 1985 terminó su diplomado en Estudios Superiores, en París para obtener el doctorado en Estética.

La casa del medallista de oro, en karate, Rubel Salomón, en Samana, está ubicada en la sección Acosta, número 14, Cruce de Tesón, entrada del Valle. Este joven atleta vive junto a sus padres y hermanos. Fue medallista de oro en karate de los recién finalizados Juegos Panamericanos, y desde el 2001 ha sido un campeón internacional.

Julián Amado nos hace un retrato artístico de la casa del medallista Rubel Salomón. Julián nació el 12 de septiembre de 1964 en Santo Domingo. Estudio pintura y decoración en la Escuela Vocacional de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

La casa de los clubes de Tamboril. A principio del siglo pasado, fue el club Casino Primaveral, lugar de recreación y sano esparcimiento de los fines de semana. Jugaban póker, billar, bingo o lotería y, de vez en cuando, se celebraban fiestas. Para ser miembro de este club se debía pasar por la rigurosa depuración de sus directivos. Durante la dictadura trujillista se le llamó “Casino Presidente Trujillo”. Actualmente funciona en esta casa el club Rotario.

La casa de Tamboril ha tocado a don José Cestero, quien nació en Santo Domingo en 1937. Es dibujante y pintor, miembro de una generación de artistas que marcaron una época.

La casa de Theophilus Chiverton (papá de los Guloyas, San Pedro de Macorís) “Chiverton” llegó a San Pedro de Macorís de una isla inglesa de nombre Nivis, en 1923, como Rey Jorge de los Momises, casándose con la señora Guendolyn Fleck, quien nació en Saint Kids, otra isla inglesa.

La casa del papá de los Guloya es pequeña, de madera y techo de zinc, y tiene unos 100 años de construida. A Elsa Núñez es a quien ha correspondido su retrato.

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