Belissa García Lucero, artista de 30 años de edad que utiliza sus conocimientos para entrenar niños sobre cine y herramientas digitales.
La pandemia ha demostrado que en un momento cambiante la competencia más demandada es el aprendizaje constante. Y es que en estos años se dibujó un panorama de dinámicas nuevas: nuevas formas de negocio, de trabajo y de enseñanza.
El proyecto Pequeños Cineastas de Belissa García Lucero, artista de 30 años de edad, es un ejemplo de esa realidad que apareció tras la covid-19.
García Lucero quien es cineasta, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), explica que ‘Pequeños cineastas’ nació en medio de la pandemia, “primero con la necesidad de cubrir unas clases escolares y luego fue tomando forma con clases virtuales a otros estudiantes”, explica.
Además de la incertidumbre generalizada que existía debido a la pandemia, a esta emprendedora se le sumó el temor natural a emprender.
“Realmente lo más difícil de emprender este proyecto fue manejar el miedo de asumir los riesgos, dejar la etapa de la zona de confort y arriesgarme a abrir nuestras puertas de manera presencial y traer una propuesta de interés a nuestra comunidad”, explica.
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La narrativa y la seguridad de los estudiantes
Hoy en día los niños que conocen y utilizan redes sociales están expuestos a contenidos inapropiados, en ese sentido, Belissa entiende que con la debida orientación los menores pueden utilizar herramientas digitales solo para fortalecer su educación y actividades de sano ocio.
“En nuestros talleres siempre nos enfocamos sobre la importancia de crear contenidos de valor donde estos puedan transmitir cosas positivas, educativas y que impacten a los demás para bien”, asegura.
Igualmente explica que sus alumnos youtubers reciben una clase “donde les explicamos que todo aquello que publicarán en sus medios audiovisuales debe de ser revisado y autorizado por sus padres”.
De igual manera dice que otro punto importante que trabajan es la seguridad emocional. “Todos sabemos que exponerse al medio público y a la opinión de los demás puede ser frustrante y hasta en casos extremos dañino si los usuarios no están preparados emocionalmente, es por ello que la formación debe ser integral y abordar todos los escenarios”.
La experiencia de la cineasta con este proyecto ha llegado a escuelas y colegios como Escuela Nueva y Montessori Luceritos del Señor
“Nos ha brindado la confianza de impartir talleres y el programa de clases de cine a su comunidad educativa”.
Una oportunidad que según la artista le ha generado mayor confianza y le ha demostrado que el lenguaje audiovisual es una necesidad en nuestros niños y adolescentes.
“Con esta enseñanza podemos cambiar la óptica de que solo sean unos simples consumidores de juegos, videos o películas en ser críticos y creadores de contenido audiovisual”, asegura.
El programa formativo de ‘Pequeños Cineastas’ incluye: escritura creativa, medios audiovisuales para padres y adultos, fotografía, animación y habilidades para ser youtuber.