MELBOURNE, Australia.  AFP. El británico Lewis Hamilton, que el año pasado perdió por un punto el Mundial de Fórmula 1, empezó la temporada ganando este domingo en su McLaren-Mercedes un Gran Premio de Australia de lo más ajetreado, en el que los Ferrari se hundieron y Fernando Alonso fue cuarto.   Con un calor asfixiante (37 grados) en la pista, los pilotos tuvieron muchos problemas para controlar sus monoplazas, ahora sin sistemas de asistencia electrónica para el pilotaje y sólo una tercera parte del pelotón entró en meta: siete de los 22 coches.

 McLaren-Mercedes fue la única escudería que sacó un buen resultado del circuito Albert Park de Melbourne. Hamilton no cometió ningún error a pesar de las tres intervenciondes del coche de seguridad y su compañero, el finlandés Heikki Kovalainen, se retrasó un poco pero finalizó quinto.

«¡Qué comienzo de temporada de ensueño! He controlado la carrera desde el principio y he podido tomar un buen ritmo sin tener demasiada presión detrás», se felicitaba Hamilton.

Las ‘Flechas de plata’ podrían haber hecho doblete pero firmaron un buen resultado sobre todo gracias al desplome de su principal rival, Ferrari. Errores de conducción y problemas mecánicos en serie hicieron del fin de semana una pesadilla para la ‘Scuderia’, gran favorita de la temporada.    El veredicto en Melbourne fue aplastante: el brasileño Felipe Massa arruinó sus opciones por sí solo en la primera vuelta, antes de abandonar poco después, y el campeón del mundo, Kimi Räikkönen, que salió 15º, hizo una gran remontada antes de cometer varios errores y abandonar a cinco vueltas del final.