El Patronato Nacional de Ciegos (PNC) nació el 5 de noviembre del 1964 como una institución sin fines de lucro, de beneficencia, destinada a ayudar a las personas ciegas de la República Dominicana.
Una iniciativa de Rafael Aguayo quien, junto con personas sensibles y solidarias, como Tancredo Aybar Castellanos y José Negrete Tolentino, entre otros, asumieron la gran responsabilidad de trabajar para la población con discapacidad visual que existía en el país.
Establecido de acuerdo con la Ley 520 vigente en esa época, que amparaba la formación de organizaciones sin fines de lucro, luego fue adecuada a la Ley 122 05 que sustituyó esta ley a partir de 1985 con la presencia en el país de profesionales expertos en rehabilitación de ciegos.
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En sus inicios, este patronato se enfocó en reivindicar a las personas ciegas para que sean independientes autónomos, útiles a la comunidad y lograr que puedan trabajar y ser productivos.
La explicación es de la señora Milka Morales, presidenta de la Junta Directiva del PNC, quien además señaló que actualmente desarrollan programas y estrategias que promueven el desarrollo integral y participativo de las personas ciegas y/o baja visión, con una perspectiva de responsabilidad propia y compromiso comunitario.
“El Patronato brinda sus servicios de manera gratuita a nivel nacional, a través de tres centros, ubicados en Santo Domingo, Santiago de los Caballeros y Barahona, con programas comunitarios, Sur-Este, Cibao y Sur-Oeste , integrados por un personal altamente calificado en las diferentes técnicas utilizadas en la rehabilitación de las personas ciegas y de baja visión”, destacó.
Rehabilitación y prevención de ceguera
De su lado Lucía Luzón, directora ejecutiva, expresó que en el PNC tienen dos líneas principales: por un lado está el área de rehabilitación que comienza por una evaluación física, sicológica y social, y se divide en dos etapas: funcional y profesional.
“Tenemos profesionales que trabajan en diversas provincias en un proyecto que abarca todo el proceso de reinserción y psicológico como es vestirse y todo lo relacionado con su higiene”, explicó.
Asimismo, destacó que también trabajan en la capacitación en áreas como informática, inglés, música, arte, manualidades, call center, secretariado y escritura Braille.
Puntualizó que el edificio de dos plantas que actualmente alberga la entidad está diseñado estratégicamente en forma de apartamento con el objetivo de que las personas ciegas que reciben asistencia puedan aprender a realizar todas las tareas de su entorno, tales como son la de lavar, limpiar la casa y cocinar, entre otros quehaceres de la vida diaria.
“Tenemos psicólogos, sociólogos y colaboradores que trabajan con los ciegos y, como la mayoría de los que entran a rehabilitación son pobres, se le ofrece préstamos sin intereses para que coloquen pequeños negocios”, informó Altagracia Maríñez, segunda vicepresidenta de su junta directiva.
Además tienen el Centro de Masajes Tacto, donde ofrecen masajes de relajación, reducción, drenaje linfático, terapéutico, digitopuntura y shiatsu. “Con nuestro equipo hacemos un levantamiento en la institución y en el mismo puesto de trabajo se le brinda un masaje de relajación en la zona de cuello o espalda y con esto los empleados mejoran su rendimiento en las empresas”, señaló Laura Martins, quien es la directora técnica.
Y en ese sentido recordó que el objetivo es promover la inclusión social, la equiparación de oportunidades y la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad, tal y como se establece en la Agenda 2030 de Sostenibilidad.
Otra línea de acción es el área de prevención de ceguera, en la cual ofrecen consultas de oftalmología a muy bajos costos y en caso de que las personas no puedan pagarlo se les brinda el servicio totalmente gratis. “También realizamos los operativos oftalmológicos en diversas provincias con médicos oftalmológicos, es decir, hacemos un diagnóstico completo, y con un seguimiento muy estricto para que esa persona resuelva su problema visual, ya sean unos lentes o una cirugía”.