La innecesaria “malapalabrosería” de ciertos periodistas en la radio, y en menor grado la televisión, viene siendo tolerada como si estuviera legalmente permitida. “¿Hasta cuándo?”, se preguntan muchos. Quizás llegó el momento del adecentamiento.

Rodeado de decenas de comunicadores reunidos en su FUNGLODE para debatir los planes de dotar al país de una nueva legislación de prensa, el martes pasado el Presidente Fernández por fin se refirió a un asunto que pese a su importancia ha estado ausente del debate en los medios: la impune procacidad de ciertos periodistas, especialmente de la radio.

Tras exposiciones hechas por los doctores Rafael Molina Morillo, Miguel Prestol y Leonel Melo, en un panel coordinado por la abogado y comunicadora Laura Castellanos, sobre “Reforma y Actualización de la Legislación de Medios de Comunicación”, el jefe del Estado improvisadamente tomó el micrófono y sin subir al podio, desde el auditorio, manifestó sus puntos de vista.

Los aplausos fueron notables cuando el Presidente calificó de “infuncional” a la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía porque ésta permite la divulgación o transmisión de vulgaridades y malas palabras sin que se produzcan sanciones a quienes las expresan.

La prensa reseñó que él dijo: “La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía en la práctica es infuncional. No puede haber más nadie diciendo tantas malas palabras en los medios de comunicación”.  Abogó por que “no haya pornografía en horas inadecuadas y haya un uso correcto del lenguaje, y que los niños no sean expuestos a esto”.

Tras su descalificación de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, que él mismo designa por decreto y que quizás debería renunciar en pleno o actuar, el Presidente Fernández sugirió la creación de un Consejo Audiovisual que sustituya a esa inoperante comisión.El Listín reseñó que el jefe del Estado “agregó que cuando por la radio alguien diga una palabra obscena, este órgano regulador tendría que intervenir, porque no puede haber más nadie en la radio diciendo malas palabras. Señaló que debe crearse conciencia en los jueces sobre la materia”. Ojalá las declaraciones del Presidente motiven a la Comisión a aplicar las leyes, pues el Estado posee el derecho a regular el uso del espectro radiofónico. Nada se perderá, ni menguaría la libertad de expresión y el pensamiento, obligando a que se respeten la ley y el sentido común sobre el decoro.