Un recorrido por la Catedral de
la Sal en la ciudad de Zipaquirá

Un recorrido por la Catedral de<BR>la Sal en la ciudad de Zipaquirá

POR LILIANA CEPEDA
ZIPAQUIRÁ, Colombia.- ¿Se han imaginado alguna vez visitar una iglesia hecha de sal? Pues precisamente esa fue una de las aventuras que experimenté en un reciente viaje  por algunas ciudades de Colombia.

 Me refiero a la Catedral de Sal, ubicada en Zipaquirá, al norte de la ciudad de Bogotá.

Considerada la primera maravilla turística de Colombia, esta grandiosa obra de ingeniería cuenta con dos etapas en su historia. La primera trascurre a partir del  1951 hasta el  1954, cuando fue descubierta de forma accidental por los indígenas Muiscas. En esa época, la sal que se extraía de la mina donde se encuentra la Catedral era utilizada por esta civilización como alimentación, intercambio y forma de pago.

La segunda etapa surge en el 1992, cuando inicia la reconstrucción de la Catedral que se extendió por tres años, proceso en el que participaron 127 personas entre las que se encuentran arquitectos, ingenieros y mineros. Gracias a esta remodelación, la Catedral de Sal cuenta hoy con 350 años de vida útil.

Llenos de curiosidad e interés, el grupo de periodistas que asistió al tour en Bogotá, inició el recorrido de un kilómetro en el interior de la mina. Ahí se pudo apreciar las cámaras de la Catedral durante una hora aproximadamente, al momento que se escuchaban las explicaciones de la guía Connie Constanza.

Con mucho detenimiento, fuimos contemplando  cada una de las 14 estaciones del vía crucis de esta iglesia bajo tierra, dispuestas 10 del lado derecho y cuatro del lado izquierdo en las que se  aprecian los elementos fabricados en roca salina.

La Catedral de la Sal es un lugar realmente mágico, resulta ideal para aquellas personas que buscan renovar su fe cristina y al mismo tiempo tener la oportunidad de apreciar esta singular obra, conservada de la forma más parecida a sus antiguos orígenes.

Constituye un verdadero orgullo para los zipaquireños. En su interior se encuentran distintas imágenes como la de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Guassá, patrona de los mineros.

Una vez dentro, todo cambia. Las sensaciones son muy diferentes. Empieza a percibirse un aire místico por todos lados. A partir del Eje Sacro, conocido como el “túnel de los robles”, esta especial procesión prepara, a todo aquel que la realice, para una desconexión total del mundo exterior y una inmersión total en el mundo interior llamado destino. Ese destino con el que todos estamos llamados a encontrarnos.

Cabe destacar, que el 60% del consumo de la sal que se consume en Colombia es extraído de esta mina. Además la sal puede ser utilizada medicinalmente en la cura de afecciones de la garganta.

Capital de la sal

Con este nombre se conoce a Zipaquirá, una ciudad cuyo origen se remonta a la época de la Conquista Española. Según la leyenda, su creación se debió al trabajo de las minas de sal que los conquistadores encontraron. Su nombre significa “Pie del Zipa”.

Muy Interesante

En la Catedral de la Sal se ofrecen misas todos los domingos al mediodía.

Los recorridos por la mina y las cámaras de la iglesia están disponibles de lunes a viernes, de 9: 00 de la mañana a 4:30 de la tarde.

El precio de los recorridos oscila entre los 3.00 dólares los niños y 6.00 dólares los adultos.

Tiene una capacidad de 8.000 mil personas.

La Catedral posee 8.500 metros cuadrados, mientras que la mina completa tiene un kilómetro cuadrado.

Cuenta con un centro de convenciones con capacidad para 260 personas sentadas, considerado único en su género.

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