MILLIZEN URIBE
m.uribe@hoy.com.do
El reloj marcó las 5:00 p. m. El sol cayó sobre el centro de la ciudad de Santo Domingo y un mar de personas coincidieron en un sólo punto: La XI Feria Internacional del Libro.

Allí, desde la entrada, se escuchaba una mezcla de ese  murmullo incesante que caracteriza a los dominicanos con el sonido de la marcha de  miles de pasos de quienes visitaban la que  muchos denominan “la más grande fiesta de la cultura”. 

  Y  esa tarde en esta fiesta la variedad era el elemento principal. De aquí que la primera pregunta que se hacían  sus visitantes al entrar  era: ¿Qué hacer primero? Pero sin importar la respuesta esa  visita a  la feria del libro   garantizaba  un agradable y siempre recordado  encuentro con la cultura.

Bohemia y libre.  Un rico aroma a café es la característica principal del Café Bohemio, uno de los lugares más visitados de la feria del libro. 

Aquí, artistas, intelectuales y jóvenes acuden a disfrutar, con una musiquita de fondo,  de un recital de poesía, un panel o simplemente sentarse en una mesa con un  amigo de antaño a recordar los viejos tiempos.

En fin, el Café Bohemio es  el pabellón ideal para celebrar la libertad.

Filas para reír.  Una larga fila de personas adultas, chicas y jóvenes precedía la entrada al Pabellón del Humor, una de las novedades que tiene esta edición de la Feria del Libro.

 Como parte de su programa,  éste ofrece      diariamente comedias en vivo y  paneles sobre temas relacionados con el humor. Aquella tarde el público se deleitaba con un video de una de las tantas comedias que tan bien reproducen la idiosincracia dominicana.

Manga y música.  “Pabellón juvenil”, dice el título de la caseta, y la aclaración no es necesaria pues la combinación de música y dibujos animados revelaba perfectamente cuál era el público de ese espacio: los jóvenes.

  Wander Rodríguez, un muchacho de 25 años, que estudia publicidad, era uno de los 20 jóvenes que esa tarde visitaba el pabellón.

 “Estaba realizando un recorrido  por la feria y entré a este pabellón porque vi que se estaban presentando mangas (dibujos animados japoneses) y como me gustan mucho, entré y me senté”, expresó.

Pero unos 30 minutos antes el panorama de este pabellón era diferente, pues a ritmo de hip hop, un grupo de jóvenes artistas amenizaba un ambiente por demás juvenil.

 Casarse con un millonario.  Por supuesto que los libros son   los protagonistas principales de esta feria. Y libros hay  para todo gusto, desde obras clásicas, hasta libros de texto, obras infantiles hasta de superación personal. De ahí que Nairobi Clase, joven de 21 años, encontrara un libro que  llamó sobremanera su atención: “Cómo casarse con un millonario”.

  “He observado mucha variedad en los libros y los precios están  asequibles por lo que se puede encontrar el libro de su gusto ”, expresó.

 En fin la XI versión de la Feria del Libro es un variado espacio con cabida para todos y todo.

En plena calle

Transitábamos una de las calles cuando de repente una señora con un vestido largo azul pasó  vociferando: “¡A la porra, todos  a la porra!” y ante el asombro del  público una persona dijo: “Es una obra”.

    Y es que, como todas las tardes,    el teatro de calle y las famosas estatuas humanas son  parte de las sorpresas presentes en  la XI Feria del Libro.