JOSÉ E. OVIEDO L.
Sin dudas que Raúl Pérez Peña (Bacho) ignora que la fecha 27 de octubre) escogida para dar a conocer su carta a Lula es la misma que marca en el calendario, en el año 1945, el nacimiento en Garanhus, un pequeño municipio del Sertao Pernambucano, del séptimo hijo del matrimonio de campesinos pobres: Arístides Inacio da Silva y Euridice Ferreira de Mello (doña Lindu), conocido hoy mundialmente como: Luiz Inacio Lula da Silva.

El productor de Nocturnal, sin proponérselo, le ha hecho llegar su regalo de cumpleaños a un ciudadano brasileño que cumplió ese día 62 años, que vivió hasta los 7 en su localidad de origen, emigró a esa edad hacia el centro urbano más industrializado del Brasil, Sao Paulo, y allí desempeñó los más variados oficios, propios de la «cultura de la pobreza», diplomándose en la adolescencia como tornero mecánico, en la SENAI y entrando de la mano de su hermano mayor, Frei Chico, a Sindicato Metalúrgico de Sao Bernardo do Campo y Diadema, siendo todavía, en el 1969 un «trabajador totalmente despolitizado».

Desde la distancia que política, afectiva y geográficamente los separa del destinatario de su misiva, el animador del Festison, Pérez Peña, se arriesga a considerar su próxima estancia en el país como una «visita no grata», colocándose así de espalda a los deseos y sentimientos de la inmensa mayoría de los dominicanos y dominicanas que se sienten orgullosos de recibir en estas tierras de Duarte, Luperón, Manolo y Caamaño, al fundador del Partido de los Trabajadores (PT), de la Central Unica de Trabajadores (CUT), Exdiputado Constituyente más votado de la historia del Brasil, cinco (5) veces candidato presidencial y actual Presidente Constitucional de la República Federativa del Brasil.

La convocatoria presidencial a un Encuentro Internacional sobre las Izquierdas y los Movimientos Progresistas en América Latina y el Caribe hoy, perturba la existencia del Bacho, le genera angustia la participación, en ese Encuentro, de destacadas figuras de la vida política latinoamericana y caribeña, a tal grado, que en su peculiar modo de raciocinio le atribuye a ese Encuentro propósitos y fines que les son ajenos a su convocante y organizadores.

Su sectaria y dogmática mentalidad, lo lleva a creerse que «ellos» y nadie más que «ellos» tienen derecho y autoridad para idear y convocar un evento como el auspiciado por el Presidente Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y frente a su impotencia e incapacidad para convertir en hechos sus pensamientos, optan por convertirse en detractores de una convocatoria transparente e incluyente.

Da pena realmente el tener que asistir, en pleno siglo XXI, y supuestamente desde la Izquierda, a una manifestación de fanatismo y terrorismo ideológico propia de los años de la Guerra Fría, que en sus motivaciones y propósitos es similar o próxima a aquella que los más viejos (perdón, los veteranos) recuerdan que patrocinó el PACOREDO, en la UASD, a raíz de la invitación de esa Academia al poeta chileno, Premio Nóbel de Literatura, Pablo Neruda.

Bacho, Narcizo y Fidelio, quienes compiten por ocupar la primera línea en la trinchera de la oposición, a la iniciativa presidencial de noviembre, deberían aprovechar la celebración del aniversario del nacimiento de Luiz Inacio Lula da Silva para reflexionar y modificar ese comportamiento suyo, que visto desde la distancia, guarda una acentuada diferencia con el exhibido durante el primer mandato del Presidente Leonel Fernández, en ocasión de la visita al país del Comandante Fidel Castro.

Todavía están a tiempo para abrir su mente y su corazón y darle la bienvenida al compañero Presidente Lula, quien como nos dice Denise Parana, en su obra, «El Hijo del Brasil»: «Ocupa muchos espacios y asume muchas y contradictorias identidades, llegando a ser uno de los mayores representantes de la Izquierda brasileña, sin nunca haber trillado los caminos tradicionales de la formación política e ideológica de la Izquierda en el país».

¡Bienvenido Compañero Presidente Lula! ¡Feliz Cumpleaños!