La  fibromialgia es una gran debilidad general y dolor continuo en todo el cuerpo con zonas especialmente sensibles al tacto.

 Las articulaciones, tendones y músculos se ven afectados por el dolor, pero no tiene relación alguna con la artritis. El malestar impide conciliar el sueño, y la falta de energía es absoluta.

La revista Prevenir explica que el magnesio y el calcio son dos minerales claves en la dieta de una  persona con fibromialgia, no tanto porque le mejore, sino porque se ha comprobado que en  las personas que la padecen hay una carencia de estos minerales, sobre todo de magnesio.

El calcio evita los espasmos musculares, y el magnesio ayuda en la correcta transmisión de los impulsos nerviosos, y por tanto mejora la contracción muscular.

 La albahaca en infusión puede aliviar el dolor de los espasmos musculares.

Hábitos que mejoran.    La publicación explica que asumir el dolor es una forma de aprender a reconocerlo y de saber lo que lo mejora y lo que lo empeora.

El ejercicio aeróbico o en el agua es el tratamiento más efectivo; aunque duela hay que moverse para evitar la atrofia muscular y  para incrementar el vigor.

Los baños de agua caliente ayudan a relajar el cuerpo y mitigar los dolores originados por fibromialgia.

Es bueno probar hacer estiramientos  suaves, en los cuales se involucre el cuerpo entero, mientras se está en el agua.