Son auténticas megaestructuras de la ingeniería moderna y esto es precisamente lo que las ha posicionado a nivel mundial.
Cada una de las siete maravillas del mundo moderno impresiona al ojo humano cuando se les contempla, aunque sea por fotografías.
Y es que ni siquiera las inclemencias del tiempo han podido opacar el esplendor de éstas, logrando mantenerse en pie al día de hoy. No fue sino hasta el año 2007 cuando, inspirándose en las siete maravillas del mundo antiguo, se llamó a concurso mundial para elegir las nuevas siete maravillas del mundo moderno. La empresa New Open World Corporation fue la encargada de llamar a concurso para que la gente votara vía internet y escogiera los monumentos que consideraban que debían estar dentro del cuadro de las siete.