El discurso del Presidente Fernández Reyna del pasado 27 de Febrero creó expectativas de que se paliaría la precaria situación que se vive y su futuro incierto; pero resultó más de lo mismo: un rosario de promesas repetidas, y de silencios culpables; aunque hay que reconocerle habilidad para tratar de presentar las memorias de su gobierno de la manera auspiciosa.

Como se trató de un rosario y por lo tanto con “cuentas” limitadas, como las palabras de esta columna, me atendré a resaltar algunas.

1. Se mantiene el empleo sin trabajo de centenares de miles de dirigentes y militantes del PLD, mientras se paga salarios vergonzosos a los maestros, policías, militares y empleados que realizan una real labor para el país.

2. No explica el porqué disminuye el empleo formal y la remuneración se mantiene estática, mientras la economía crece solo en unos cuantos bolsillos, la inflación y la recaudación de impuestos, pero el trabajo en la agropecuaria, la construcción y las manufacturas se cierra para los dominicanos.

3. Se mantiene bajando el presupuesto de la educación: 1.8% del PIB, cuando se fijó por ley hace 9 años en 4%. Dice ignorar para qué se necesita más dinero, a pesar de los grandes déficits por cubrir: duplicar las aulas y maestros, la formación docente e inspección para que los maestros, padres y alumnos, así como equipos, libros, la planificación educativa, etc.

4. No explica cómo cumplirá la ley de entregar el 10% de las entradas corrientes a los ayuntamientos y para que se dicten normas para el control estricto de éstas en obras publicas y servicios de acuerdo la misma.

5. No explica qué pasa con el 1.5% del presupuesto que debe entregarse al Poder Judicial para mejorar la administración de la justicia.

6. No explica por qué la mayor parte de las obras públicas están paralizadas, incluso algunas obras vitales como la presa de Monte Grande, mientras se gastan miles de millones en la construcción y mantenimiento del Metro de Santo Domingo; así como 70 millones de dólares en un túnel solo norte-sur de 1.2 kilómetros que solo podrán usar los que vienen desde el nordeste de la ciudad a la UASD.

7. No se entiende cómo se pide públicamente, después de 11 años de imperio de la corrupción, que el Ministerio Público actúe, cuando el Presidente de la República no ha hecho nada.

8. No explica cómo se producen monstruosidades como el contrato de la Barrick Gold, que permite a esa empresa depredar nuestros recursos naturales, con los cuales podrá recibir en 20 años más de US$40 mil millones por el oro y otros minerales, de los que entregará al Estado US$3 mil millones luego de pagar un préstamo al BID con la garantía de Estado; beneficios suficientes para pagar la deuda externa e interna, que se ha triplicado en 8 años.

9. No explica cómo han pasado con su anuencia escándalos financieros tales como los de la Sun Land, Interior y Policía, Superintendencia de Seguros, edificio de Bellas Artes, Cementera de Los Haitises, proyectos energéticos ruinosos, entrega de recursos de los trabajadores a empresarios y sindicalistas, etc., etc.

10. En fin, cómo se permite que una mafia compuesta por funcionarios civiles, militares y policiales haya asumido el control de nuestras fronteras, costas y barrios, para dominar como lo hacen impunemente, el narcotráfico y el contrabando de personas, armas y mercancías; así como de la violencia extrema en casi todas las actividades remuneradas, que han convertido a este pobre país en casi un narco-estado a la vista de todos.

Estos son parte de los temas que esperaba el país tendría respuestas del Presidente de la República, pero se quedo esperándolas…