En septiembre publicamos el artículo “El incorruptible Lee Kuan Yew ante el Congreso de EUA” y presumíamos que los lectores enfocarían su atención a los visionarios planteamientos políticos de LKY, hechos en ese escenario, en medio de la confusa Guerra Fría.
Sorpresivamente estas 18 palabras de LKY fueron lasque más impactaron al público: “Si quieres derrotar la corrupción debes estar listo para enviar a la cárcel a tus amigos y familiares”.
Lee Kuan Yew fue el taumaturgo que hizo el milagro de transformar una aldea de pobladores famélicos y analfabetos en una nación del primer mundo cuyos estudiantes se ubican en los primeros lugares en todas las evaluaciones educativas de prestigio.
Por encima de todo, los logros de Singapur tuvieron como piedra angular el ataque a la corrupción y la impunidad. Acusar a Lee Kuan Yew de ser corrupto era un hecho insólito, pero algunas veces ocurre hasta lo inaudito. Así pasó.
No hubo acusaciones formales, sino que cobró vigencia uno de los consejos de El Quijote a Sancho, para gobernar su idílica ínsula Barataria indicándole que se cuidara del rumor malicioso ante el cual ningún gobierno está inmune.
Lee Kuan Yew gobernó 31 años, desde 1959 hasta 1990 y lo sucedieron Goh Chok Tong como Primer Ministro y su hijo Lee Hsien Long como Vice-Primer Ministro ,convertido en Primer Ministro a partir del 2004.
El rumor malicioso era, en esencia, un tributo a la honestidad de Lee Kuan Yew pues no se refería a corrupción en operaciones estatales, sino a compras privadas hechas en 1995, cinco años después de terminar como Primer Ministro y ostentando el puesto honorífico de “Ministro Senior”.
Se atacaba, por lo bajo, que la esposa de Lee Kuan Yew, en nombre de ellos dos había comprado al desarrollador privado Hotel Properties Limited (HPL) dos apartamentos y que, como en esas operaciones hubo un descuento de 7% sobre el precio de lista, eso evidenciaba corrupción pues supuestamente Lee Kuan Yew había obtenido esos descuentos por tráfico de influencias prevaliéndose de su poder político.
Además los rumores acusaron a su hijo, el Vice Primer Ministro, por haber comprado otros dos apartamentos, también con descuentos.
La calumnia se agravaba con el hecho de que Suan Yew, hermano de Lee Kuan Yew era empleado del desarrollador privado HPL.
El CEO de HPL declaró que la norma era ofrecer descuentos de hasta 10% en operaciones hechas durante la construcción como “pre ventas” y que el descuento no fue solicitado por Lee Kuan Yew ni por su esposa. Tampoco por su hijo.
La Autoridad Monetaria, por instrucción del Primer Ministro, hizo una investigación que concluyó con un reporte oficial señalando que nada impropio había ocurrido en esas transacciones.
A pesar de que se encontraba convaleciendo de una operación de angioplastia y colocación de un stent,Lee Kuan Yew solicitó que el caso fuera debatido en el Parlamento para dar una respuesta válida al “rumor público”, que en ese caso era malicioso y sin fundamento.
Ya recuperado presentó un documento explicativo en el Parlamento el 5 de mayo de 1996.No se auto victimizó diciendo que se trataba de persecución política.
Los debates duraron varios días. Todas las pesquisas ratificaron que nada ilegal o inmoral había ocurrido. Lee dijo: “Mi esposa y yo somos muy viejos y bien encauzados para cambiar ahora nuestra actitud ante el dinero y la riqueza.
Los descuentos que HPL aplicó a las dos propiedades fueron de $416,261. Yo tengo derecho a retener ese dinero. Pero yo no lo busqué y lo donaré a obras de caridad”.
Agregó: “Mi más importante contribución a Singapur ha sido la integridad financiera y la limpieza, la cual he establecido en el gobierno, en la vida pública y en la sociedad”. Lee Kuan Yew no se indignó ni calificó como cobardes a quienes difundieron el “rumor malicioso” tipificado por El Quijote, para tratar de desacreditarlo a él, a su esposa y a su hijo.
En cambio, dijo: “Lo más importante es que Singapur permanezca siendo un lugar donde nadie está por encima del escrutinio público y que cualquier cuestionamiento sobre la integridad de un ministro de que ha ganado beneficios a través de influencia o prácticas corruptas, sea investigado”.
Una simple frase de él debería servir de guía a los gobernantes de todo el mundo. “Tú debes mantener limpia tu propia casa. Nadie puede hacerlo en lugar tuyo”.LKY fue autoritario, no corrupto. Tampoco lo fueron sus familiares.