Un salvamento de 985 mil millones

Un salvamento de 985 mil millones

En adición a los más de 500 mil millones de dólares que la Reserva Federal ha inyectado en el sistema financiero norteamericano para darle liquidez o salvarla de la bancarrota total, como fue el caso de Bear Stearns, el nuevo paquete de ayuda que envía el Presidente Busch al Congreso, duplica esa cantidad con la agravante de que recaerá sobre los contribuyente. Estamos hablando de 985 mil millones de dólares, mayormente a fondos perdidos, que duplicará su déficit fiscal y será insuficiente para solventar la crisis.

Eso no incluye la inversión con fondos federales de 150 mil millones, reembolsados a millones de familias para relanzar el consumo y evitar la recesión, con lo que se ayudó indirectamente a todo el sistema financiero.

Tampoco incluye la asistencia de liquidez ofrecida por el Banco Federal de Prestamos Hipotecarios (FHLB) para evitar más daños al sistema financiero global, cifra que supera los 150 mil millones de dólares.

Pero la historia no termina ahí. También la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), ha tenido que proteger a miles se depositantes de varios bancos quebrados que tenían monto por encima del tope asegurado, evitando así el pánico colectivo y su efecto sistémico a nivel mundial.

Con este nuevo paquete de 985 mil millones, prácticamente se socializa una parte de los mercados de capitales en Estados Unidos y no se sabe porque tiempo. Por ejemplo, con estos fondos, el Gobierno norteamericano se apropia de las instituciones hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, invirtiendo 200 mil millones de dólares. Utilizará 700 mil millones de dólares para la compra de activos hipotecarios en manos de los bancos, evitando que todo el sistema financiero norteamericano y mundial colapse de la noche a la mañana. Además, especializa 85 mil millones de dólares para mantener viva a la mayor reasegurara del mundo, la American International Group.

Estas intervenciones del gobierno norteamericano para salvar su sistema financiero, abre un nuevo capítulo en la historia económica capitalista, porque éstas se repiten desde Japón hasta Europa. Otra cuna del neoliberalismo, como es Inglaterra, también salvó de la quiebra al Northern Rock Bank, protegiendo a todos sus depositantes.

Le pregunta que surge ante este nuevo escenario intervencionista, que algunos llaman socializante, es la siguiente: ¿Cuál será el futuro del neoliberalismo? La controversia ya comienza y muchas voces del Congreso, la política, la economía y dentro del propio gobierno norteamericano, se levantan horrorizadas ante lo que parece ser el “final de la historia” del libre mercado.

Eso habría que verlo ya que no necesariamente toda la culpa la tiene el modelo neoliberal, sino aquellos que creyeron que eliminando toda regulación o relajando su aplicación, harían crecer la economía a altas tasas sin pagar ningún costo. Es hora de identificar y castigar a los verdaderos culpables de esta debacle, sean públicos o privados, la cual está salpicada de violaciones regulatorias, especulación, fraude y ocultamiento de información.

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