Un siglo de fotografía de moda se expone en París al margen de los desfiles

Un siglo de fotografía de moda se expone en París al margen de los desfiles

PARÍS. Las modas pasan pero las fotos quedan: los mejores fotógrafos dejaron en un siglo su visión de la mujer y el mundo en las páginas brillantes de la revista Vogue, con la meta deliberada de hacer soñar.

La muestra «Papel brillante, un siglo de fotografía de moda de Condé Nast» que se inaugura este sábado en el palacio Galliera, sede del Museo de la Moda de París, incluye 150 fotografías casi todas originales de los fotógrafos de moda más importantes desde 1918.

El barón de Meyer, Helmut Newton, Edward Steichen o Peter Lindbergh figuran entre los 80 grandes fotógrafos que trabajaron para Vogue, la principal revista de moda nacida a finales del siglo XIX al igual que su principal competidora Harper’s Bazaar.

La muestra optó por presentar sólo obras de los principios de carrera de cada fotógrafo, no las de madurez. «Es a través de las primera fotos que se impone realmente el punto de vista de los artistas», aseguró a la AFP la curadora de la exposición Sylvie Lecallier.

El editor norteamericano Condé Nast (1873-1942) compró Vogue en 1909 y lo convirtió en una de las principales revistas de moda de Estados Unidos. La versión británica nació en 1916 y la francesa en 1920.

Los editores y directores artísticos que se sucedieron al frente de esa y otras revistas publicadas por Condé Nast, como Glamour o W, descubrieron grandes talentos que renovaron, cada cual en su época, el estilo de las fotografías de moda, acompañando al arte moderno en su evolución a lo largo del siglo XX.

En la muestra varias fotografías de Man Ray y Erwin Blumenfeld recuerdan que formaron parte de la vanguardia dadaísta, o que Horst P. Horst trabajó con Le Corbusier y Salvador Dalí.

La exposición pone en evidencia cómo a pesar de que el fotógrafo de moda tiene definido de antemano el objeto de su arte, al ponerlo en escena actúa como creador.

La mujer de los años 30 fotografiada por el barón De Meyer sólo aparece en interiores elegantes. En 1932 Vogue publica su primera portada en colores.

Después de la segunda guerra, los fotógrafos salen a la calle.   En los años 1960 irrumpen en la profesión reporteros como William Klein y con ellos se abre camino una realidad más cruda y una mujer más activa, sin de dejar de ser elegante.

La desnudez espera a los años 80 para mostrarse en Estados Unidos, aunque ya desde los 70s hay fotos de Vogue que incomodan a los sectores feministas que fustigan la utilización de la mujer como objeto.

Una fotografía de Deborah Turbeville publicada en 1975 muestra a un grupo de mujeres en malla de baño en una atmósfera considerada demasiado lasciva en aquella época, al punto que algunas lectoras de Vogue cancelan sus subscripciones, relató Lecallier.

La exposición permanecerá abierta en París hasta el 25 de mayo y viajará luego a Suiza Estados Unidos y Japón.

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