UN SIGLO, UNA VIDA Los 100 años de Luz Nouel de Jiménez

UN SIGLO, UNA VIDA Los 100 años de Luz Nouel de Jiménez

Luz Hortensia Nouel Romero de Jiménez,  única madre viva de uno de los Héroes de la bien llamada Raza Inmortal. Su hijo Leopoldo Jiménez Nouel fue uno de los expedicionarios de la Gloriosa Gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Mañana domingo 10 de septiembre, doña Luz cumplirá 100 años feliz existencia.

 

Nació hace un siglo en Puerto Plata, hija de Adolfo Nouel y María Romero. Allí vivió su infancia y juventud hasta 1939 cuando contrae matrimonio con Juan Jiménez de la Rosa, oriundo de Jarabacoa, para luego fijar residencia en la ciudad capital.
En 1956 parten a Venezuela con sus tres hijos: Leopoldo, Margarita y Morella de 15, 13 y 5 años respectivamente. Allí, en Caracas, la familia construye su nuevo hogar con el reto de empezar con ilusión y entereza, una nueva vida con la esperanza de algún día regresar al terruño. Pero en ocasiones los deseos tardan en hacerse realidad. Con el tiempo germinaron raíces en tierras extrañas lejos de sus fronteras de origen.
Vivieron en Caracas durante 55 años. Fue un tiempo pleno de satisfacciones y felices momentos como los de ver convertidas en profesionales a sus hijas y poder celebrar junto a su marido sus bodas de oro.
Pero también tuvo que enfrentar con valentía y fortaleza momentos muy duros y dolorosos como lo fue la ausencia de Leopoldo, su hijo mayor y único varón y la pérdida de su esposo en enero de 1998, luego de 58 años de matrimonio.
Estos largos años que pasó en Caracas no le impidieron estrechar y fortalecer sus lazos familiares con viajes frecuentes que le permitían pasar cortas temporadas con sus hermanas, cuñados y sobrinos recibiendo de ellos mimos y atenciones.
Luego de tantos años y como hermoso regalo de Reyes, el 6 de enero de 2012, en compañía de sus hijas, regresa a esta media isla que la vio nacer y que no dudó en darle la bienvenida con el suave vaivén de sus palmeras que alegres danzaron de conformidad con el viento.
A su llegada a Santo Domingo, hace cinco años, se produjo el emotivo encuentro con su gemela María del Carmen Nouel de Arthur, quien lamentablemente murió el pasado año justo una semana antes de que cumplieran sus 99. Fue otro duro golpe que ha sabido soportar gracias a la presencia de los sobrinos y amigos cercanos que han sabido colmarla de cariño sincero.
Es difícil, a edades avanzadas, hacerle frente a cambios tan radicales pero doña Luz y sus hijas contaron con el apoyo y el cariño de toda la familia quienes tomándolas de las manos, supieron enseñarle a transitar por estos nuevos caminos.
Mañana, doña Luz cumplirá sus 100 años, todo un siglo…. toda una vida.

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