El delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO, Andrés L. Mateo, destacó que un sistema educativo se mide por sus resultados, al referirse al papel de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), entidad de la que dijo, “es parte fundamental del sistema educativo dominicano”.
En ese sentido, resaltó que, “el análisis del estado de situación de la educación dominicana por parte de los organismos del sistema mundial, como lo es el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (Pisa) y la UNESCO; así como las propias investigaciones del Ministerio de Educación, obligan a que todos los actores del sistema discutan y tomen notas de los señalamientos que lastran el proceso de enseñanza aprendizaje en nuestro país. Un obstáculo insalvable que tiene la educación dominicana para superar sus resultados catastróficos, es la posición de uno de sus actores fundamentales, la ADP, el gremio magisterial, cuya actitud frente a las taras del sistema es irresponsable y distante, como si no tuvieran nada que ver con ello”, dijo el embajador Andrés L. Mateo.
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A seguidas expresó que, el problema es que la ADP mira el sistema en su conjunto como si el resto de los actores fueran los responsables de la debacle que informan los estudios fácticos (El laboratorio del LLECE, el “Análisis curricular, el Estudio Regional Comparativo y Explicativo, de la UNESCO”, y el último estudio reciente sobre “Evaluación Diagnóstica Nacional”, realizado por el MINERD). En todos los cuales queda evidenciado el estado de postración del sistema, y la obligatoriedad de que todos los actores empujen los diseños de políticas educativas que ayuden a cambiar los resultados de nuestro sistema educativo”.
El diplomático dominicano ante esa casa de las Naciones Unidas, reiteró que, “la educación es un sistema, y ningún sistema es superior a la suma dialéctica de sus partes. El magisterio es correa de transmisión en el proceso de construcción de los saberes, como dirían los constructivistas. Y ello entraña una responsabilidad primordial en el fracaso del sistema. Un ejemplo concreto, las diferencias entre el sistema público y el sistema privado en la educación dominicana constituyen una de las desigualdades más rotundas del sistema social”.
Al hacer referencia a las 1,045 horas/presencia que prevé el currículum, dijo que, “ el sector público no alcanza ni siquiera al 70 %, porque los paros y las huelgas de la ADP impiden el cumplimiento de esta precondición programática del currículum”.
“La ADP, además de las huelgas y paros cotidianos, convoca todas sus reuniones en días de clases, desplegando un desprecio inaudito por su responsabilidad ante el país”, sustentó.
Exhortó a prestar atención al resultado de todos los estudios de laboratorios sobre la situación del sistema educativo dominicano, ya que lo que arroja es la verificación de que los estudiantes dominicanos siguen por debajo del promedio de la región, “lo que nos concierne a todos, particularmente a las diferentes gestiones, y a los maestros, y al país”.
Respecto a la UNESCO, el embajador Andrés L. Mateo, adelantó que ese organismo multilateral ha estudiado las tres dimensiones del sistema educativo dominicano, “la disciplinar, la pedagógica, y la evaluativa. Los resultados de estas tres dimensiones se interpretan a la luz de los logros de aprendizajes”. Sugirió que, “hay que cambiar la práctica de obstruir la educación pública, y hacer política dentro de la escuela como si no se tuviera ninguna responsabilidad en el fracaso. Es hora de que todos los actores del sistema discutan y tomen notas, asumiendo responsabilidades, para poder superar los resultados”.