Se dice que Juan Ponce de León, el legendario explorador español, dedicó todo el año 1513 a buscar la fuente de la eterna juventud. Nunca la encontró aunque falleció en 1521 a la edad, relativamente avanzada para un explorador: 61 años.
Hoy -487 años- aunque nadie ha encontrado esa famosa fuente, ya fuera en forma de agua, de tónico, píldora o cualquier otra cosa que implique librarse del envejecimiento, científicos sí han descubierto por qué las personas envejecen a ritmo diferente. ¿Cómo lo lograron? Pues, descifrando el funcionamiento del sistema inmune.
El sistema inmune determina la velocidad del envejecimiento, y en efecto, se piensa que casi todas las enfermedades son producto de su deterioro.
Sin un sistema fuerte, usted no podrá verse ni sentirse saludable, así lo explica Mark Liponis, en su libro Ultra-longevidad, un programa de siete pasos para mantenerse joven y saludable. La publicación, editada por la editora Norma, incluye recetas con las cuales, según el autor, se podrá balancear el sistema inmune.
La clave, dice Liponis, es aprender a trabajar con este sistema para reducir e incluso revertir el proceso de envejecimiento, que no es más que una enfermedad autoinmune provocada por un ataque del sistema inmune contra el organismo del cual forma parte.
Contrario a lo que se cree, para Liponis, médico graduado en la Universidad de Massachussets y quien ha practicado la medicina clínica por más de 20 años, el envejecimiento no es el resultado natural del correr de los años. Según los hallazgos más recientes de la ciencia médica, todas las condiciones consideradas parten del envejecimiento, entre ellas la artritis, la osteoporosis, la enfermedad de Alzheimer, el cáncer, el accidente cerebrovascular, el deterioro cerebral, la debilidad pulmonar y la diabetes, no son sencillamente el resultado de la edad sino condiciones causadas por un sistema inmune excesivamente activo. Lo que esto significa- dice el autor- es que , por primera vez en la historia, la medicina cuenta con una teoría verosímil y coherente sobre el envejecimiento, apoyada totalmente sobre la investigación médica.
No es sólo cuestión de aniversario. Sí así como lo lee. Los relojes marcan los minutos sin parar, el tiempo pasa, sin embargo, eso no significa que todos envejecemos a la misma edad.
El envejecimiento representa la acumulación de cambios en un organismo, un órgano, un tejido o una célula, acumulación que termina por menguar la función y llevar a la muerte. El deterioro de la piel, los huesos, el corazón, nervios, pulmones o cualquier otro órgano del cuerpo, es causada por un sistema inmune mucho más activo de lo que debería de ser.
Paradoja
Para comprender esta paradoja es necesario entender dos cosas: la función del sistema inmune y la forma cómo envejecemos.
A diferencia del corazón e o cualquier otro órgano el sistema inmune no está localizado. Consta de órganos como de células y existe en todas partes del cuerpo.
¿Por qué morimos?
Los seres humanos no morimos realmente de viejos, sino de alguna enfermedad. Por tanto, el envejecimiento es realmente un deterioro progresivo de la función de nuestro órgano hasta tal punto que sobreviene la enfermedad.
El cuerpo humano tiene más de 30 órganos diferentes constituidos por más de 200 tipos de células distintos y cerca de cien trillones de células. El sistema inmune vigila permanentemente cada uno de los órganos a fin de detectar cualquier amenaza.