Hoy 
POR LEONORA RAMÍREZ S.
Isabel Almonte es una maestra jubilada que ha encontrado en el Parque la Canquiña, de la Plaza del Homenaje, el sitio ideal para huir del calor que se concentra en el viejo edificio donde vive, en el sector Villa Consuelo del Distrito Nacional.
Desde que el ayuntamiento inauguró ese parque sólo la lluvia y algunos achaques propios de su edad, le impiden disfrutar de la brisa, de la conversación con cualquiera que se siente a su lado, y de los gritos ensordecedores de los niños que se adueñan de ese lugar de esparcimiento.
Es que ese parque, que funciona desde mayo del 2007, también es el sitio común de envejecientes que residen en Villa Consuelo, Villa Juana y Miraflores, próximo a las avenidas Jhon F. Kennedy y San Martín.
Almonte, que fue maestra de básica en las escuelas Chile y República Dominicana y recibe una pensión de RD$3,000, reitera una y otra vez que la remodelación de esa plaza es lo mejor que han hecho.
Y además, me permite el contacto masivo con los niños, quienes fueron muy importantes en mi vida cuando ejercía la enseñanza.
Pero no sólo a ella le gusta el lugar, también a Luisa Santos y a Alexander Peguero, residentes en Villas Agrícolas, quienes lo prefieren porque es tranquilo, la gente es educada, y hay más seguridad que en el Parque La Canquiña de su sector.
Imagínate, la última vez que fuimos al parque en Villas Agrícolas la Policía mató a un hombre, y eso lo vio todo el mundo, además en nuestro barrio hay mucho tigueraje, refirió Peguero mientras abrazaba a Dafne, su hija de tres años.
Ellos no son los únicos que llegan desde otros barrios, también los hermanitos Daniel y Rafael Taveras, quienes viven en Invivienda, en el Municipio Santo Domingo Este, y se sienten a gusto por la variedad de juegos que encuentran allí.
Manuela Rosario, residente en Villa Consuelo, se pasa todos los fines de semana en este lugar, no solamente porque es el que prefieren sus hijos, sino porque comparte con vecinos, familiares y amigos de infancia.
LO QUE ERA ANTES
Este parque es uno de los tantos lugares de entretenimiento que instala el cabildo del Distrito Nacional en diferentes sectores.
El de la Plaza del Homenaje abarca un área de 6,300 metros cuadrados, y sustituye un entorno abandonado que en las noches le servía de guarida a los delincuentes.
La referida plaza ahora cuenta con otra cara, y a parte de los juegos infantiles, tiene estatuas con las que se rinde culto a Mauricio Báez, Leopoldo Navarro y Américo Lugo.
El área infantil tiene hamacas, toboganes, columpios y otros juegos, y 72 bancos que permiten el descanso de sus visitantes.
Esparcimiento para jóvenes
Los jóvenes de barrios cercanos encuentran aquí un espacio para compartir.
Madeline Cabrera y Yokasta Aquino tienen en su itinerario sabatino un encuentro en esta plaza.
A las 5:00 de la tarde se reunen con sus amigas del liceo, y con familiares que aprovechan la ocasión para tomarse unos tragos de cerveza…
Frente al parque, en uno de los negocios que funcionan debajo de los elevados de la Kennedy, la gente se desplaza discretamente a comprar unas cervezas que mitiguen el calor de la tarde.
Los policías municipales vigilan celosamente, e impiden cualquier exceso en el comportamiento de los visitantes, ya demás evitan que los vendedores ambulantes ensucien el área.
