Montserrat Bogaert 
Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera. 1 Corintios 1: 10
Nos vemos amenazados a cada momento por situaciones bien difíciles en nuestro hogar, lo cual trae pleitos, contiendas y da lugar a la división. Cada uno de nosotros tiene el compromiso de velar por mantener la armonía y no dejar que las cosas lleguen a los extremos.
Es necesario que nos llenemos de la paz de Cristo y actuemos sabiamente, no permitiendo que las tinieblas se enseñoreen y traigan destrucción sobre lo nuestro.
Cuando nos unimos, los planes de Dios se manifiestan poderosamente haciendo que todo lo que hagamos dé fruto. No dejemos que lo que Dios nos ha dado se destruya. Busquemos el consejo divino y esforcémonos por cambiar para dejar aquellas cosas que no nos añaden bendición.
Que no haya en nosotros un ganador, sino Cristo Jesús, porque cuando todos pensamos y sentimos igual a Él, lo perfecto viene sobre nosotros para hacer que siempre todos estemos de acuerdo.
