Un tipo de educación equivocada

Un tipo de educación equivocada

La crisis de la educación primaria y secundaria  no se resuelve con la inclusión en los planes de estudio de conceptos incomprensibles y ejercicios improcedentes para niños y jóvenes. Se trata de un camino equivocado, pero también lo es el modelo que pretende simplificarlo todo sin enseñarles a los estudiantes a pensar.

El “producto” que sale de los colegios y escuelas, salvo honrosas excepciones, carece de los niveles de calidad requeridos.

¿Qué se logra con que los niños de primero de un colegio bilingüe escriban estribillos en inglés? Nada, o muy poco. Cuanto más se domine el idioma materno, el estudiante será mejor en el segundo.

La enseñanza de los conceptos de “moda” y “media” no tiene sentido alguno ser parte del plan de estudios para un niño de primaria. Los menores pueden entender esos términos, pero de manera mecánica.

A los estudiantes de sexto curso de un colegio se les pone de tarea escribir un cuento ambientado en el siglo XIX. Pocos pueden hacer ese trabajo.

La educación es un proceso ascendente de conocimientos y, por eso mismo, tratar de inculcarles a niños conceptos y ejercicios, como los citados, no es la mejor forma de crear buenos bachilleres.

Las deficiencias de la educación dominicana no se solucionan con el uso de la tecnología, como computadora e internet, y con información propia de los adultos, sino disponer de maestros exigentes, bien formados y con vocación.

La educación primaria debe enfatizar en la enseñanza de la lengua española y la matemática.

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