Las pretensiones, la vanidad en la decoración, no son cosa de ahora, es una práctica que se remonta a épocas milenarias, y es de esos tiempos que vienen los estilos más sofisticados, pomposos, por eso no es casual que cuando se hable de Luis XV o XVI, de antemano se reconozca el valor que tienen.
Es desde esa época que viene utilizándose el dorado en la decoración como un símbolo de prestigio, ya que los objetos de ese tono eran por lo general de oro puro.
Según datos históricos respecto de la decoración, la introducción del dorado en la decoración ocurrió antes de finalizar el reinado de Luis XV en Francia.
Fue una innovación en la decoración de esa época, en la que se empezó a utilizar el dorado en prácticamente todo, desde las vajillas hasta la cubertería, en tapizados, muebles…
El dorado en la decoración. El dorado sigue siendo un tono que añade prestancia y buen gusto en la decoración, claro está, sabiéndolo utilizar y combinar.
Para la temporada de otoño-invierno, especialmente en Navidad, el tono dorado es prácticamente un clásico, el cual es ideal tanto en el árbol como pieza decorativa en sí, como en los diferentes detalles que este requiere para su decoración.
Acentos decorativos. Estos podrían ir desde uno o varios cojines en dorado hasta una corona para la puerta, unos conos para una mesa de centro, repisa o credenza, velas y porta velas…
Una de las características de este color en la decoración es que impregna en los espacios mucha calidez, vivacidad, distinción, elegancia.
Su Navidad con acentos en dorado. De cualquier manera que lo haga se notará, porque es un tono difícil de pasar desapercibido, de ignorar, es decir, que podría ser ese punto focal que busca dar a ese rincón de su hogar durante esta temporada.
Puede ser desde un platón dorado como base de otros que podrían ser rojos o blancos, hasta unos candelabros dorados con velas doradas para su mesa…
¡Ah!, pero también puede optar por un caminito con detalles dorados para su mesa, copas con bordes dorados, en fin… hay miles de formas de incluir este color.
Aunque por sí solo aporta todo ese destello e iluminación que anda buscando en su decoración navideña, si prefiere, lo puede combinar con otras tonalidades para hacer un contraste.
Los colores con los que más se acomoda el dorado, especialmente si es Navidad lo que se quiere expresar, es con el plata, el verde y el rojo.
Lo cierto es que la decoración en dorado es ideal siempre que su pretensión sea impregnar un toque señorial, de distinción y elegancia.