Un toque personal

Un toque personal

Más allá de las tendencias o corrientes de moda, la decoración del hogar es un asunto de gusto personal.

El pequeño reino en el que habitamos es una extensión de lo que somos. Aspiraciones, sueños, e incluso rasgos de la personalidad salen a relucir en la elección de una simple lámpara, el color de una pared o la disposición de los muebles. De allí que especialistas en el área del diseño de interiores se tomen su tiempo para investigar las necesidades y preferencias de los propietarios de inmuebles antes de lanzarse a la aventura de decorar.

En las alcobas, por ejemplo, no existen reglas preestablecidas. Lo clásico y lo moderno se conjugan, siempre y cuando se sigan patrones mínimos de buen gusto y equilibrio. Quizás por eso no es descabellado encontrar en una habitación un baúl de madera repujado, colocado estratégicamente a los pies de una cama blanca adornada con cómodos cojines de contraste.

 Pero el espacio del cual se dispone también es importante y en este punto es vital recordar que lo práctico cobra fuerza. Otro elemento indispensable en la decoración es el aporte natural que las plantas confieren a los hogares, pese a que el ritmo de la vida actual, en el que el tiempo siempre falta, obligue a pensar en combinar belleza con cuidados mínimos.

 

 

 

 

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