En cuanto a lo que se refiere al tratamiento de la hipertensión arterial este ha sido dividido en 2 categorías principales, cuales son: 1-tratamiento no farmacológico; y 2- tratamiento farmacológico.
El tratamiento no farmacológico, como su nombre lo indica es aquel basado en medidas encaminadas a modificar nuestro estilo de vida como son: disminución de peso corporal, dieta dash, encaminada a detener el desarrollo de hipertensión, reducción del consumo de sodio y aumento del consumo de potasio, aumento de la actividad física y reducción del consumo de alcohol.
También es muy importante abandonar el hábito de fumar, disminuir el consumo de alcohol a no más de dos tragos de cualquier bebida alcohólica al día, para hombres: y solo un trago para las mujeres. Además, disminuir el consumo de sal a no más de 1.500 miligramos al día y aumentar el consumo de potasio a 5.000 mgr. al día, preferiblemente proveniente de una dieta rica en Potasio.
Además de la dieta baja en carbohidratos y con alto contenido de vegetales y frutas.
Equilibrar el consumo de otros minerales y vitaminas, así como ingerir grandes cantidades de verduras y frutos secos y frescos, disminuyendo concomitantemente el consumo de carbohidratos y grasas animales.
El consumo de azúcar y todos sus precursores debe ser disminuido.

El tratamiento farmacológico está destinado a complementar al tratamiento no farmacológico, y dentro de este se incluyen un grupo de sustancias fármaco-activas ampliamente investigadas y probadas, con excelentes resultados en la supervivencia y disminución de complicaciones fatales o graves en individuos hipertensos.
Están divididos en varios grupos de acuerdo con su forma de acción y su composición química.