POR RADHAMÉS GONZÁLEZ
El Segundo Trtibunal Colegiado de la provincia Santo Domingo impuso la pena máxima de 30 años a tres personas acusadas de operar la denominada Casa del Terror, donde un agente policial y otras personas fueron asesinadas.
Entre los condenados a la pena máxima se hallan los integrantes de un matrimonio que ocupaba la vivienda donde se produjeron los crímenes que las autoridades han definido como horrendos.
La Fiscalía de la provincia Santo Domingo informó que en conjunto las penas dictadas por el Segundo Tribunal Colegiado de esa demarcación suman 110 años.
Los condenados son Joel Antonio Rodríguez, Jossi Roxanna de León, Pablo Valdez Valdez (sargento Uva), y Wilson Castillo Germán.
A los esposos Joel Antonio Rodríguez y Jossi Roxanna de León, dueños de la vivienda en donde ocurrieron los horrendos crímenes, y Vicente Pablo Valdez Valdez, fueron condenados a 30 años de prisión cada uno, mientras que a Wilson Castillo Germán el juez Víctor Lebrón le impuso 20 años por complicidad. Asimismo, a Luis Manuel Vargas, fue descargado por falta de evidencias.
Las penas fueron solicitadas por los Fiscales Adjuntos William Viloria y Paula Magarin, representantes del Procurador Fiscal de la provincia Santo Domingo, doctor Perfecto Acosta.
Los representantes del Ministerio Público en la provincia Santo Domingo determinaron que el grupo violó los artículos 265, 266, 267, 295, 296, 297, y 302, y 304 del Código Penal Dominicano.
De su lado, el Procurador Fiscal de la provincia Santo Domingo mostró satisfacción con la sentencia, puesto que se trató de un hecho cometido con mucha saña y violencia contra las víctimas, por lo que entiende que los responsables tenían que recibir una condena como la impuesta.
El máximo representante del Ministerio Público en la provincia Santo Domingo, dijo que en el caso de la denominada Casa del Terror se cometieron crímenes que merecían cadena perpetua por la forma y magnitud del delito.
Los hechos de sangre se descubrieron en el mes de Marzo del año pasado cuando la familia del cabo de la Policía Andrés De Oleo Quezada, reportó la desaparición de éste.
En el proceso de búsqueda del agente de la policía se descubrió que fue asesinado y que su cuerpo mutilado fue encontrado y sepultado en la vivienda de la pareja de esposos, ubicado en el sector de Méndoza, en el municipio Santo Domingo Este.