Manifestantes contrarios a la interrupción voluntaria del embarazo fuera del Tribunal Supremo de Estados Unidos, en Washington. (Archivo).
Un tribunal de Luisiana (EE.UU.) emitió este jueves una orden temporal que bloquea la prohibición al aborto en este estado, mientras se resuelve una demanda impuesta por organizaciones que defienden en este derecho.
Así lo señaló el Centro de Derechos Reproductivos en un comunicado donde explicó que con esta medida “las clínicas abortivas en el estado podrán seguir ofreciendo servicios abortivos mientras el caso contra el veto se desarrolla».
La orden emitida por el juez Donald Johnson, en Baton Rouge (Luisiana), se produce en respuesta a una ley que prohíbe el aborto en ese estado y que entró en vigor después de que el Tribunal Supremo del país revocara ese derecho a finales de junio.
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Es la segunda vez este mes que una orden judicial bloquea esa prohibición, que ya fue paralizada hace dos semanas por una jueza, aunque más tarde otra magistrada la desbloqueó.
La ilegalización del aborto implicaría el cierre inmediato de las tres clínicas de Luisiana que ofrecen servicios para interrumpir el embarazo y que están ubicadas en las ciudades de Nueva Orleans, Baton Rouge y Shreveport.
El gobernador de Luisiana, el demócrata John Bel Edwards, apoya la prohibición del aborto a pesar de que su partido y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, defienden este derecho reproductivo a nivel federal.
El Tribunal Supremo de EE.UU., de mayoría conservadora, suprimió el 24 de junio el derecho constitucional al aborto, vigente en todo el país desde 1973, desencadenando una ola de ilegalizaciones en la mitad más conservadora del país.
Organizaciones defensoras de este derecho han emprendido batallas legales en estados como Luisiana, Utah, Texas o Florida para intentar frenar, aunque sea de forma temporal, estas prohibiciones.
Biden firmó la semana pasada una orden ejecutiva para asegurar que las mujeres puedan cruzar las fronteras entre estados para ir a abortar donde sea legal.
Esta política tiene sin embargo un alcance limitado, ya que la única forma de blindar el derecho al aborto en todo el país es mediante una ley en el Congreso, donde los demócratas no cuenta con una mayoría suficiente.