No hay ningún equipo que recordemos en la última década que parta desde una posición de favorito al título tan clara como Golden State Warriors.
Y todo gracias a los movimientos que hizo durante la temporada muerta su gerencia con la contratación del alero Kevin Durant.
El siete veces elegido al Juego de Estrellas y cuatro veces campeón anotador de la liga fue contratado por dos años y 54.3 millones de dólares.
Además de Durant contrataron a JaVale McGee (Dallas), Zaza Pachulia (Dallas), Phil Pressey, y David West (San Antonio) y a Elliot Williams. Así como los drafteados Damian Jones y a Patrick McCaw.
Ni hablar de los estelares Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, los cuales hacen la tropa súper favorita para ganar la Conferencia Oeste.
Pero lo cierto es que el armador Stephen Curry, quien el año pasado se convirtió en el primer basquetbolista en ser elegido de manera unánime el Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, debe seguir siendo la figura más relevante dentro del quinteto dirigido por Steve Kerr a pesar de la llegada de Durant.
Evidencia fue que en 79 partidos que jugó en la serie regular promedió 30.1 puntos, 6.7 asistencias, 5.4 rebotes y 2.1 robos en 34.2 minutos por partido, siendo el líder absoluto de unos Warriors que obtuvieron la mejor campaña de la historia con un balance de 73 victorias y 9 derrotas. Curry destrozó de forma literal el récord de triples NBA que ya era suyo desde hace tres años. Curry encestó 272 triples en la campaña 2012-13 y 286 en la 2014-15, pero este curso se fue hasta los 402 triples, una cifra impensable en la historia de la NBA y que mejora en un 40% el anterior récord.
De su lado, el alero Kevin Durant se une al conjunto con excelentes número ofensivos al promediar 28.2 puntos, 8.2 rebotes y 5.0 balones repartidos. El trío letal de jugadores con excelentes tiros de tres es completado por Klay Thompson. El escolta hizo gala con sus tiros de tres, además de finalizar con average de 22.1, 3.8 balones atrapados debajo del aro y 2.1 asistencias.
El ala-pivot Draymond Green será el cuarto hombre clave. El tuvo un año magnífico con 14.0 puntos, 9.5 rebotes y 7.4 balones repartidos, estadísticas que lo convierten en una súper estrella, a pesar de su mal temperamento.
El quinteto lo completa el pivot Zaza Pachulia con 8.6 puntos, 9.4 rebotes y 1.7 asistencias.
Steve Kerr será nueva vez su dirigente.