Con el impresionante triunfo obtenido por el PLD y sus aliados en los pasados comicios de mayo, la próxima administración del Presidente Danilo Medina cuenta con la legitimidad y el apoyo de las mayorías para mantener la gobernabilidad, cumplir con las promesas de campaña y emprender reformas económicas, sociales y electorales fundamentales para el futuro de la nación.
Danilo Medina rompió un récord en la historia de las elecciones presidenciales, 2,847, 414 votos, para un 61.74%, frente a 34.98% de su próximo contendor el Lic. Luis Abinader, es decir una diferencia de 26.76 puntos porcentuales y de 1,234,207 votos, incluyendo el hecho de que fue una barrida a nivel nacional, pues el Presidente Medina ganó en todos los municipios del país.
El PLD y sus aliados obtuvieron 28 de 32 senadores, 127 de 190 diputados y 104 de 158 alcaldes, es decir el 87.5% de los senadores, 66.8% de los diputados y el 65.8% de los alcaldes y otro tanto con los Directores Municipales. Esa coincidencia a los tres niveles refleja que además del endoso de las mayorías a la gestión del Presidente Medina, el PLD se consolida como la más importante fuerza política en la historia del país.
Que hubo fallos en el proceso, irregularidades, inequidades, pero eso en nada altera los resultados y la mayor prueba lo constituye el hecho de que varias misiones internacionales con 300 observadores y misiones locales con 3,000 observadores en ningún momento en sus informes hayan hablado de fraude, irregularidades o fallos que alteren los resultados y la voluntad popular. Por eso hablar de reconteo manual a todos los niveles se inscribe en los típicos comportamientos del perdedor que pretende escurrir el bulto de sus errores y pretenden atribuírselos a la Junta Central Electoral y más adelante al Tribunal Superior Electoral cuando éste rechace la mayoría de sus recursos carentes de sustento legal.
A pesar de los vanos intentos de la oposición, especialmente de sus sectores más radicales, esta administración nace con la mayor legitimidad posible y con un expreso mandato de seguir gobernando a favor de la superación de la pobreza, el fortalecimiento de la clase media, enfrentar la criminalidad y preservar este clima de crecimiento con estabilidad, fortaleciendo la sostenibilidad fiscal.
No es accidental que gobiernos y organismos multilaterales estén manifestando sus congratulaciones al Presidente Danilo por su triunfo y al respecto vale la pena citar la correspondiente al Fondo Monetario Internacional, en la persona de la Directora Gerente, la Sra. Christine Lagarde, quien en uno de los párrafos de la comunicación señaló: “El resultado de las elecciones representa un claro apoyo a su liderazgo y avala las políticas que han contribuido al sólido desempeño económico de los últimos años. En su próximo mandato, la República Dominicana tendrá una oportunidad importante para seguir impulsando políticas y reformas económicas que promuevan un crecimiento sostenible e inclusivo”
El Presidente Danilo Medina, no me cabe la menor duda, emprenderá la “profunda reforma estructural al sistema electoral”, como sugirió la misión de observación de la OEA, emprenderá reformas claves como la del transporte y laboral, culminará con el pacto eléctrico e iniciará y concluirá el pacto más importante, el fiscal, el que garantice la presión tributaria mínima para cumplir con la Estrategia Nacional de Desarrollo, pero a su vez garantice una mayor calidad del gasto y un sistema tributario más equitativo y menos regresivo.
Lo ideal es que la oposición, especialmente el PRM con su excelente votación en su primer debut como partido y su candidato presidencial; con su interesante representación en la Cámara de Diputados y sus municipios, pacten con el gobierno ese conjunto de reformas que serán de beneficio para la institucionalidad democrática y garantizar la sostenibilidad de un crecimiento con estabilidad con inclusión social.

Si el PRM actúa así habrá dado un paso al frente, con indudable retorno en el futuro, de lo contrario el Presidente Danilo Medina cuenta con la legitimidad y el apoyo de las mayorías para dar el paso adelante pues “vamos por más”.