POR IVÁN SANTANA
SAN PEDRO DE MACORÍS.- El Centro de Capacitación y Vacacional Cristiano J. V. Silva desarrolla un amplio programa de capacitación, orientación y enseñanza a niños, jóvenes y adultos en diversas áreas. El centro hace su mayor esfuerzo en la capacitación y orientación a los jóvenes sobre diversos temas, entre ellos la drogadicción, problemas intrafamiliares y el alcoholismo.

De esta forma, la entidad cristiana contribuye a la orientación de la persona, tanto a la víctima como a los victimarios, para recibir capacitación y se reinvindiquen y sean útiles  a la sociedad.

Esas instalaciones son utilizadas por iglesias, entidades sociales, culturales y agrupaciones que tienen el interés de contribuir al desarrollo integral de la familia, específicamente de los niños, niñas y adolescentes.

Aquí se brinda enseñanza bíblica y de otra índole a la agrupación de las iglesias, como son las Misioneritas y los Exploradores del Rey, a fin de que se eduquen dentro de los principios cristianos y en el futuro no generen problemas a la sociedad.

Cada entidad que realiza actividades en el centro se encarga de llevar personas capacitadas para impartir la enseñanza.

Este centro se prepara además para tener un cuerpo de profesionales de la psicología, sociología y teología, para que den orientaciones a los jóvenes.

Algunas de esas instalaciones, ubicadas en la comunidad Boca del Soco de esta ciudad, son utilizadas como multiuso para la realización de actividades sociales, religiosas y culturales.

Construcción

En la actualidad se construye el edificio para hospedar a las personas que vayan a permanecer por más de un día, el que tendrá capacidad para unas 250 en su primera etapa.

En los campamentos utilizan carpas para dormir, llevadas por las entidades que acuden al lugar de diversos puntos del país hasta que se termine la construcción del edificio.

Cuenta con área de cocina, de juegos para niños y jóvenes y un local para diversas actividades.

El fundador del Centro de  Capacitación y Vacacional Cristiano J. V. Silva es el doctor Efraín Silva y la doctora Modesta Martínez es la directora.

El doctor Silva dijo que llevan 11 años en la ejecución del proyecto y que debido a la falta de recursos no lo han podido terminar a toda capacidad, pero que su mayor deseo es poder seguir dando el servicio.

Señaló que esto fue una idea de su padre, el pastor José Vicente Silva, fallecido, que deseaba tener un lugar de esa naturaleza para ayudar a niños, niñas y adolescentes y servir a la comunidad en sentido general.

Sostuvo que tienen una serie de actividades programadas para ponerlas en marcha una vez concluyan con la construcción de las nuevas edificaciones.

Manifestó que continuarán capacitando en diversas áreas, a personas creyentes en Jesucristo y no creyentes.

También desarrollarán una serie de conferencias para orientar a la ciudadanía y además trabajarán en la orientación de las mujeres que se dedican a ejercer la prostitución, y sobre las consecuencias que les puede provocar esas acciones.

Explicó que la filosofía fundamental del centro es hablarle a la gente acerca de Dios y combinar la recreación con la enseñanza.

El doctor Silva, quien es juez de la Corte de Apelación del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes, entiende que se debe sacar un espacio de su tiempo para Dios y hacer un trabajo  social en beneficio de la comunidad.

El juez debe hablar por sentencia, en el aspecto jurídico, pero en la vida cotidiana el juez debe aportar a la sociedad, sin tener que descuidar sus funciones, expresó el jurista.

Indicó que como juez y como cristiano tiene un compromiso moral de ayudar a la comunidad.

El centro tiene una buena aceptación por parte de la población pues el apoyo brindado, no sólo es dirigido a los niños, sino también a los jóvenes y adultos.