En  la maternidad  La Altagracia, el 32% de los partos son de adolescentes, y  alrededor del 15% repite su segundo embarazo en un período menor de dos años. Estos partos ya constituyen, por sus implicaciones, un dolor de cabeza para las autoridades.

Paty Núñez (nombre ficticio)   una niña de 13 años que dio a luz a un bebé de cinco libras en la maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, pidió ayer a las adolescentes del país que piensen antes de dar el paso “y cometer una locura como esta”. Se refirió a embarazarse a los 12 años.

La misma sugerencia fue enviada por 12 adolescentes que reposan tras el parto en una unidad que fue creada para esa población.

En  la maternidad Nuestra Señora de La Altagracia el 32% de los partos son de adolescentes, y de ese porcentaje alrededor del 15% repite su segundo embarazo en un período menor de dos años, y la mayoría tiene como primera pareja a un hombre adulto.

Con mirada perdida y con un bebé de cinco libras que, en lo adelante será su responsabilidad, la delgada joven,  evidentemente malnutrida, asegura que querrá a su pequeño, pero que no aconseja “casarse a tan temprana edad”.

Cuando se juntó con su marido, Juan de la Cruz, un muchacho  de 19 años, del barrio Tierra Santa de Villa Altagracia,  Paty tenía 12 años y no estaba lista para atender a otro niño.

¿Qué harás ahora?  La pregunta la formuló la periodista, a lo que la niña contestó: “tengo que echá palante”, lo dijo cabizbaja.

La adolescente,  cuyo nombre se omite por razones legales, vive en una habitación por la cual paga RD$1,000 al mes.

En la casa Paty hace todas las labores propias del hogar: lava, plancha, cocina, atiende al marido…y tendrá que cuidar a su bebé.

“Yo le  digo a las muchachas de mi edad que no cometan la misma locura”, expresó  en la sala de adolescentes de la Maternidad,  un centro de referencia en materia de ginecostetricia.

El año pasado el país registró un 19% de  muertes de adolescentes en proceso de parto, y en sentido general murieron 188 mujeres y el 43%  de esas muertes era evitable. 

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Salud mental

Algunas menores tienen hijos tan desnutridos y ellas  tan poca edad que deben ser referidas de inmediato a la Unidad de Salud Mental de los hospitales-

Son adultos

En algunos casos tanto el padre como la madre son adolescentes, pero en otros casos, bastante significativos, los padres de los bebés son hombres de avanzada edad.

El pánico

Esa es la palabra que define lo que pasa con muchas niñas en la primera etapa de su adolescencia cuando se enfrentan a un hijo que cambiará sus vidas, dice el doctor Juan Cid Troncoso.

Como sus cuerpos no aguantan, porque no están lo suficientemente maduros para una acción que es fisiológica, es necesario intervenirlas con una cesárea.

Las adolescentes, casi todas con bajos niveles de escolaridad, tienen que interrumpir sus estudios y muchas veces tienen que trabajar.

El pánico les entra porque la sociedad las critica y reciben reprimenda de sus padres y parientes.

En casi todos los casos de menores  embarazadas, los padres y madres de ambos son los que se encargan del cuidado de los bebés y sus responsabilidades.

Las enfermeras y los médicos se ven precisados a enseñar a las madres los cuidados más elementales, de forma que puedan asumir a sus pequeños.

  Las adolescentes que están en la Sala de Adolescentes tienen la misma situación: pobres, baja escolaridad y falta de límites familiares.

Para esta historia, casi todas insistieron en que se comunicara a las demás chicas que se dediquen a estudiar y a prepararse.

Preguntadas en torno a si fueron debidamente orientadas, algunas dijeron que no, mientras otras insistían en que sus padres y madres les insistían en que no dieran el paso de buscar pareja tan temprano de sus vidas.