No es la primera vez que la presidenta de la Cámara de Cuentas, Licelot Marte de Barrios, reclama que la Dirección de Persecución de la Corrupción Administrativa (DPCA) le dé curso a los resultados de auditorías que ese organismo le ha remitido y en los  que constan irregularidades en el manejo de recursos públicos. La funcionaria pretende, sin lograrlo hasta ahora,  que   la instancia correspondiente complete el procedimiento de poner estos resultados en manos de la justicia.

En este nuevo intento en busca de que se actúe contra la corrupción,  la  presidenta de la Cámara de Cuentas llama  a la DPCA a dar curso a  30 auditorías  que fueron realizadas en varias entidades estatales en las que se detectaron lo que ella define como serias irregularidades en el manejo de los recursos. El paso siguiente sería, según dispone la ley, el envío a la Justicia de los autores de las irregularidades.

Partiendo de los antecedentes, de las veces que esta funcionaria ha lanzado el desafío, se deduce que hay muy poco que esperar como respuesta. Una cosa es la  prédica oficial contra la corrupción y otra muy distinta es su falta de voluntad política para actuar en casos concretos, como los resultados de auditorías que señalan irregularidades que podrían justificar alguna sanción judicial. El reto de que se actúe es ya bastante viejo, pero sigue faltando quien lo recoja.

Un susto y una reflexión

Un fuerte ruido hizo que el personal que labora en el edificio de la Suprema Corte de Justicia evacuara lleno de pánico esa estructura. Pasado el susto se determinó que el estruendo lo provocó la apertura de una grieta en el piso número cuatro.

La fisura es una novedad que se suma a filtraciones y otros detalles que afectan este  inmueble desde que fue construido. El asunto, por fortuna,  no pasó de un gran susto.

Sin embargo, la ocurrencia obliga a mirar al entorno. El edificio de la Suprema es relativamente “joven” si se le compara con la mayoría de los que comparten con él el perímetro del Centro de los Héroes.

Que se sepa, ninguna de esas viejas estructuras ha sufrido este  percance, y si lo sufrió, no fue a tan corta “edad”, como ha pasado en el caso que nos ocupa. Los técnicos tendrán alguna explicación.