Una “Fashion Week”  marcada por la recesión y elecciones

Una “Fashion Week”  marcada por la recesión y elecciones

NUEVA YORK.  AFP.  Estreno de los mayores cuatro encuentros bianuales de la moda ‘prêt-à-porter’ (Nueva York, París, Londres y Milán), la “semana de la moda primavera-verano 2009” comienza mañana en Manhattan bajo el signo de la crisis y la elección presidencial estadounidense de noviembre.

Más de 80 diseñadores, desde los consagrados Calvin Klein u Oscar de la Renta -amigo de Cindy McCain, esposa del candidato republicano- hasta jóvenes como Thakoon Panichgul, de 34 años, un neoyorquino de origen tailandés que vistió a Michelle Obama la noche en la que su esposo aceptaba la investidura demócrata, se disponen a mostrar sus creaciones del 5 al 12 de septiembre en el parque Bryant o diferentes galerías y museos de la ciudad.

Los expertos de moda se remiten a la incertidumbre en torno a una elección muy ajustada entre un candidato republicano blanco y veterano (72 años), y un candidato demócrata negro y joven (47 años).

Y las revistas femeninas prefieren proponer a sus lectoras parecerse a íconos antes que imponer tendencias que podrían invertirse: «¿Qué harían Greta Garbo, Jane Birkin, Bianca Jagger o Charlotte Rampling?» se pregunta así la redacción de style.com (vitrina internet de Vogue y W) en su «guía compras de otoño».

Además de las dudas sobre el “look” a adoptar en función de quién será la próxima primera dama, las noticias breves de la publicación Women’s Wear Daily (WWD) dicen mucho sobre el estado de la industria: en agosto, los resultados trimestrales de las grandes tiendas como Saks o Macy’s mantuvieron la inexorable caída registrada desde enero.

La facturación de Saks ascendía el 2 de agosto a 669 millones de dólares, contra 694 millones en el mismo periodo de 2007, una baja de 3,6%, y las previsiones para el resto del año eran pesimistas.

La excepción es el lujo, sector donde los ricos siguen siendo más ricos y en una cantidad creciente de países. El joyero estadounidense Tiffany duplicó así sus beneficios a 80 millones de dólares, contra 40,5 millones en 2007, según WWD, que subraya que las ventas en Asia, sobre todo en China, aumentaron.

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