Una “visión alternativa” sobre Argentina

Una “visión alternativa” sobre Argentina

El mayor grupo acreedor de Argentina recorre ciudades europeas esta semana, en su intento por persuadir a los tenedores de bonos para que rechacen los planes más recientes del país para reestructurar su deuda incumplida.

Como parte de un despliegue mundial que culmina esta semana en Japón, el Comité Global de Tenedores de Bonos de Argentina (CGTBA) está presentando lo que denomina “una visión alternativa” de la sostenibilidad de la deuda y la capacidad de pagar cerca de US$100 millardos de deuda soberana que dejó de pagar en diciembre de 2001.

El grupo que dice representar inversionistas institucionales y minoritarios que poseen US$37 millardos de bonos argentinos no pagados, asume que el país va a crecer a una tasa de 4.25 anual en la próxima década. Cree que Argentina puede generar un excedente fiscal primario (el excedente antes del pago de intereses) equivalente a 3.3% del producto interno bruto en los próximos 25 años.

También considera que Argentina puede producir un pago en efectivo equivalente al 15%-25% de intereses atrasados, que estima llegará a más de US$26 millardos a fin de año.

La administración del presidente Néstor Kirchner ve las cosas de manera diferente. Aunque el gobierno mejoró sustancialmente su oferta original el mes pasado, insiste en que el país solo puede crecer 3.3% al año en la primera década después de la reestructuración, y que puede prometer un excedente fiscal primario máximo de 2.7% del PIB al año.

La diferencia en valores de recuperación estimados de los dos modelos es enorme. CGTBA dice que su visión alternativa -insiste en que la presentación no se debería ver como una contra-propuesta- representa una recuperación entre 70% y 75% del valor como porcentaje del total principal, comparado con el valor de mercado de cerca de 305. El gobierno, en contraste, dice que su oferta mejorada asciende a cerca de 25%.

¿Cuáles son entonces las posibilidades de resolver lo que es con mucho la reestructuración de deuda más grande y complicada de la historia? En la superficie, parecen ser en extremo reducidas.

Los analistas de Buenos Aires han criticado el esquema del CGTBA por ser demasiado agresivo, y argumentan que su estimado de crecimiento parece casi “cómico”, puesto que el PIB per cápita de Argentina no es hoy mayor de lo que era hace 30 años.

“La propuesta de CGTBA es casi tan ridícula como la oferta original que Argentina hizo en Dubai el año pasado, y que fue motivo de risa”, dijo uno.

Algunos dicen, incluso, que la alternativa del CGTBA disfraza la magnitud de los niveles de recuperación, porque asume una tasa de descuento conservadora o rendimiento de 9% por encima de los bonos del Tesoro de EEUU. Utilicen la tasa del mercado más modestas de cerca de 7% sobre los “Treasuries”, dicen ellos, y los valores de recuperación en la visión alternativa del CGTBA subirá súbitamente a cerca de 90%.

El problema está en que casi todo el mundo fuera de la administraciòn del señor Kirchner cree que la oferta mejorada del gobierno tampoco es realista, e indica que ambas parte están en camino de un estancamiento, de nuevo.

Cabría alguna esperanza, no obstante. Después de más de dos años de arrastrando los pies, el gobierno argentino está corriendo ahora para colocar su oferta en el mercado antes de septiembre. Esto, concuerdan casi todos, al menos revela el deseo de llegar a un acuerdo.

Es más, la propuesta revisada es tres veces más generosa que la primera, y ahora es cinco puntos porcentuales menos en el precio de los bonos no pagados en el mercado secundario.

Esto ha provocado que algunos economistas piensen que con un poquito más de esfuerzo -en verdad, mucho menos de lo que está sugiriendo el CGTBA- el gobierno podría llegar a un arreglo.

Miguel Angel Broda, un economista de Buenos Aires, sostiene que Argentina probablemente podría salir del problema con una oferta de recuperación del valor de cerca de 35%, y que podría llegar hasta allí introduciendo cambios relativamente pequeños.

Una vía, dice, es dar mayores garantías -estableciendo cuentas para futuros ingresos de las exportaciones es una idea- con una visión de bajar la tasa de descuento a los títulos nuevos que, a su vez, subirían los valores de recuperación.

Si esas garantías atraen a los acreedores extranjeros, es algo cuestionable. Pero muchos consideran que podría atraer a los fondos de pensiones locales, que tienen entre 15% y 20% de la deuda incumplida.

El señor Broda considera igualmente que Argentina podría pagar algún efectivo inicial. Una suma de unos US$1,5 millardos, por ejemplo, incrementaría los valores de recuperación a los inversionistas en cerca de dos (2) puntos porcentuales, dice.

Hasta ahora, Argentina ha descartado esa idea. Pero mientras el Tesoro descansa con más de de US$1 millardo, gracias al fuerte crecimiento económico, y con un banco central con reservas que ahora andan por los US$18 millardos, el doble de los niveles de septiembre, aumenta el sentimiento de que Argentina tiene delante una rara oportunidad de lograr un acuerdo rápido.

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