Una academia en el verano: Aristóteles nos da la clave. 2

Una academia en el verano: Aristóteles nos da la clave. 2

POR MU-KIEN ADRIANA SANG
Después de esto tenemos que
considerar qué es la virtud.
Puesto que las cosas que pasan
en el alma son de tres clases, pasiones, facultades y hábitos, la virtud tiene
que pertenecer a una de ellas….
Es, por tanto, la virtud un hábito
selectivo que consiste en un
término medio relativo a nosotros,
determinado por la razón y por
aquella por la cual decidiría el
hombre prudente… Aristóteles,
Ética a Nicómano

—-

Iniciamos la clase un domingo en la tarde. Me sorprendió que trabajáramos un día feriado. A diferencia de mi habitual estado de extroversión, me sentía un poco tímida. Quizás era el idioma que me hacía sentir limitada.  Esa tarde conocí al grupo completo. Además de los extranjeros, habían unos 20 profesores norteamericanos, provenientes de estados tan diversos como New York, Arizona, California o Florida. El profesor, un señor de mediana edad, vestido siempre informalmente, era el doctor William F. Harris, II de la Universidad de Pensilvania. Dos jóvenes mujeres, Shellee O´Brien y Melanie Winter, quienes junto a Kevin Fox integraban el equipo que se ocupaba de múltiples cosas: la logística y el apoyo académico.

Cuando el profesor entró al curso, su físico no me produjo ninguna reacción especial. Era un norteamericano más.  Algo tímido y distante quizás. Se presentó, nos dijo que había sido el profesor de la Academia por casi una década y que se sentía muy orgulloso de formar parte de esta experiencia.  Desde que empezó a hablar me gustó su forma. Seguro de sí mismo, comenzó a desarrollar el primer tema: el concepto de Constitución en Aristóteles basado en el libro La Política.  Al escucharlo, recreé mis años universitarios, cuando era aprendiz de la vida y del mundo del conocimiento. Sentí que tenía veinte años de nuevo. Estaba frente a un verdadero catedrático. ¡Qué bueno era disfrutar de una verdadera conferencia magistral!

Nos habló del sentido del Constitucionalismo y las bases del pensamiento clásico que le dieron origen.  Aristóteles, decía fue el verdadero padre del pensamiento constitucional de occidente.  El pensador griego señalaba que la sociedad necesitaba orden, y la polis era para él la forma suprema de organización social, la cual tenía su origen en la naturaleza. Planteaba que la capacidad de hablar (logos) que tenían y tienen los seres humanos le permite decir lo que es bueno y malo, justo e injusto. Defensor del orden y la moderación, asimilaba la Constitución como la máxima jerarquía del orden social, mientras afirmaba que la tiranía era el prototipo del desorden.

Mientras hablaba escuchaba embelezada.  Aristóteles en la voz del profesor se hacía simple y sencillo de entender. Para Aristóteles, decía, el Estado es la forma suprema de organización social y tiene su origen en la naturaleza. Siguió hablando sobre el sentido de totalidad en el pensamiento del pensador griego. Las partes son bellas cuando tienen relación con otras partes. La unidad de las partes es el cosmos. Y la procura de esa unidad, el todo,  es el sentido de la Constitución.  Así nace la definición aristotélica de la buena y mala Constitución.  La primera es la que anima el espíritu, la segunda es la que privilegia las partes olvidándose del todo.

Y, seguía diciendo el profesor, para Aristóteles así como puede haber buenas y malas constituciones, existen también buenos y malos gobiernos.  Un gobierno constitucional es aquel que puede garantizar el orden y gobierna sustentado en principios. El problema para Aristóteles no era el tipo de gobierno, sino su degeneración, ya que un gobierno monárquico podía gobernar bien, pero si privilegiaba las partes podría convertirse en tiranía. Asimismo, una Aristocracia podría ser un buen gobierno, siempre y cuando no degenerara en Oligarquía. Y la democracia tenía el peligro de convertirse en caos. Agudo como pocos, Aristóteles afirmaba que un buen hombre podría degenerar en mal hombre si se quedaba más tiempo del debido en el poder. 

En la sesión de preguntas y respuestas hice referencia al tema de la ética. Le pregunté al profesor por qué no hacía referencia a esto, ya que tenía entendido que para Aristóteles la ética no era una ciencia, sino una sabiduría práctica que debía encaminarse a la acción, pues para el filósofo, la ética es un análisis de la acción humana en el marco de convivencia de la polis. Me contestó con bastantes argumentos, pero no quedé totalmente convencida, pues no amplió el concepto de ética en el buen gobierno. Al llegar aquí consulté algunos de mis libros.  Plantean algunos que para este pensador toda actividad humana tiende a un fin, siempre y cuando practiquemos la virtud y la moderación.

Una de las cosas que más me gustaron en las sesiones que trabajamos a Aristóteles, fue que mientras el profesor hablaba hacía uso constante del libro La Política, de manera tal que pudiéramos escuchar del propio Aristóteles sus ideas.  Después de la sesión de preguntas, tuvimos una pausa. La sesión de la tarde se trabajó en equipo para estudiar mejor el texto. Era un verdadero placer para mí formar parte de ese proceso. Terminaba las sesiones cansada y rejuvenecida a la vez. Convencida una vez más de que nunca es tarde para aprender algo nuevo. Convencida también de que nadie tiene todas las verdades ni todos los conocimientos. Convencida también de que en los pensadores clásicos todavía podemos encontrar sabiduría y sobre todo muchos elementos que pueden ser útiles en el fortalecimiento de nuestra democracia.

Sigo en la próxima con las sesiones sobre Hobbes.

msang@pucmm.edu.do
mu-kiensang@hotmail.com  

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