VIRGILIO ÁLVAREZ BONILLA
La dirigencia del partido Reformista Social Cristiano reconocida por la Junta Central Electoral, anunció públicamente su disposición de someter ante la Suprema Corte de Justicia al ingeniero Carlos Morales Troncoso y a otros dirigentes del Consejo Presidencial Reformista, por supuesto uso indebido de los símbolos de esa agrupación política.

Esa acción judicial nos parece temeraria y absurda; es por supuesto consecuencia de los desaciertos que esa dirigencia viene cometiendo reiteradamente a través de sus actuaciones improvisadas y contrapuestas a la realidad que viven militancia y simpatizantes del reformismo balaguerista. Siempre he sido opuesto a que los símbolos partidistas sean utilizados por otras agrupaciones políticas, por ello me opuse a que el nuevo partido Reformista Popular imitara esos símbolos, cosa que está superada por decisión de la propia JCE.

Hay que recordar sin embargo que los grupos que se han desprendido del PRSC, siguen siendo en su íntimo convencimiento político reformistas balagueristas. Se hace casi imposible en una reunión política de la naturaleza de la que se llevó a cabo en el Club Mauricio Báez recientemente, controlar los colores que puedan exhibir los diferentes grupos asistentes al acto, lo mismo sucede con las manifestaciones improvisadas de slogan y pancartas. Por otra parte ninguno de los dirigentes invitados a ese acto que estaban situados en los lugares preferenciales, exhibieron simbología alguna, que pueda considerarse como uso indebido.

Me parece que el PRSC, ahora inmerso en una disputa interna para la escogencia de su candidato presidencial, debería invertir todo su tiempo y energía en que esa consulta partidaria llegue a feliz término y no se produzca como en otras ocasiones actuaciones que empañen la contienda. Hay señales ya, que hacen pensar en que la historia reformista podría repetirse. En la columna del prestigioso periodista Orlando Gil Orlando dice, publicada en el matutino Listín Diario de fecha 12 de mayo pasado, se da cuenta de que en la última reunión de la dirigencia reformista salieron a relucir acusaciones graves, que confirman lo que siempre hemos sostenido sobre el contubernio de buena parte de esa dirigencia con el PPH y sus más significativos representantes.

Es obvio que existe una inclinación de parte de los principales dirigentes del PRSC, en favorecer a determinado candidato en contra de los intereses del actual Secretario de la Liga Municipal, ello así, porque saben el empuje que tiene ese candidato que viene en constante ascenso. Se trata de las mismas zancadillas de siempre, los actores visibles pueden que hayan variado, pero los propósitos de continuar con el secuestro de ese partido para negociar al mejor postor siguen siendo los mismos. El candidato afectado se sacudió y dio a conocer intimidades que se suponían, aunque nunca se pensó que fueran tan descaradas.

Lo penoso que estos actores de ayer y hoy capaces de ofertar el partido que dirigen y aceptar el pago de otras organizaciones políticas, son los mismos que tienen el coraje de encarar una acción judicial por el supuesto mal uso de su simbología. ¡Claro!, los quinientos millones que pretenden en su absurda demanda caerían muy bien en los bolsillos de los insaciables dirigentes de ese decadente grupo político.