Una aclaración

Una aclaración

Una cosa es conciencia revolucionaria y otra es conciencia anti-trujillista. Se me ha acusado de ser históricamente inexacto cuando dije que Manolo Tavárez Justo no tenía conciencia social revolucionaria hasta después de su matrimonio con Minerva Mirabal Reyes (entre paréntesis, mi encuentro con Minerva fue en el verano del 1954, no del 1956).

De hecho, esta se les fue desarrollando a través de sus luchas anti trujillistas. Lo mismo se podría decir de Fidel Castro antes de bajar victorioso de la Sierra Maestra. Fue desarrollando su conciencia revolucionaria por etapas, como cualquier otro ser humano. La mitificación de los líderes es una tentación permanente, olvidándonos que son de carne y hueso, como nosotros.

A partir del desembarco del 14 de junio en Constanza y Estero Hondo y la debacle que esto significó para aquellos héroes, por falta de apoyo y de coordinación logística, es cuando Manolo y Minerva empiezan a planificar su movimiento.

Es un hecho histórico que fueron ellos la chispa detrás del relámpago que aglutinó a tantos jóvenes dominicanos sacrificados a destiempo por aquella barbarie. Nuestra historia se ha escrito con mucha sangre derramada por muchísimo tiempo, desde los años de Caonabo y Enriquillo hasta el tiempo presente.

Trae a la memoria las palabras de aquel gran Jefe de los Prez Nez (hoy Oregon): “From where the sun now stands, I will fight no more forever” (Desde donde está el sol en este momento parado, no lucharemos mas para siempre). Una contradicción semántica debido al desconocimiento del inglés por parte del gran Jefe.

“La mejor forma de buscar la paz”, dice el Dalai Lama, “es no hacer ni hacernos la guerra”. La inmensa mayoría de las veces la guerra existe dentro de nosotros mismos.

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