Ahora que el Ministerio de Educación ha anunciado que invertirá 120 millones de pesos para reparar 114 escuelas averiadas  por sismos, es oportuno traer a colación la advertencia  del  presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosísmica), Leonardo Reyes Madera, sobre la necesidad de someter a evaluación sísmica las estructuras de  escuelas, hospitales y edificaciones privadas construidas antes de que el análisis sísmico fuera requisito para la construcción.

La advertencia está  basada en el hecho de que en el país hay muchos problemas con las estructuras de escuelas, hospitales, edificios públicos y de apartamentos privados que fueron construidos antes de que fuera de rigor observar un reglamento antisísmico que las autoridades pusieron en vigencia después de que un devastador terremoto causara muerte y destrucción en Haití, el 12 de enero del 2010.

Sería prudente  que el plan de reparaciones de escuelas anunciado por el Ministerio de Educación contemple la evaluación sísmica de cada uno de esos planteles y comprobar las condiciones antisísmicas en que quedaron después de los temblores que provocaron las grietas. Aunque la intensa actividad sísmica de la región no ha tenido en nuestro país eventos de magnitud destructiva, sería  saludable acoger la advertencia de Sodosísmica.

Preocupación por suicidios

En lo que va del presente año, 39 personas se han quitado la vida en diferentes puntos del país, por motivaciones diversas.

Se trata de un número alarmante de casos de esta naturaleza, que llenan de  preocupación a especialistas médicos y a la sociedad  en general. Entre las víctimas de esta fatal determinación hay jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, con estatus de vida muy diferentes unos de otros.

Aunque parece poco lo que la gente puede hacer al respecto, la actitud de la familia ante casos de depresión de algunos de sus miembros puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La persona con algún trastorno anímico, por causas sentimentales, deudas o de cualquier otra naturaleza, debe recibir atención muy especial de la familia, que no debe vacilar en acudir a algún especialista para poner el caso en sus manos.