Una Agenda Nacional de Desarrollo

Una Agenda Nacional de Desarrollo

Llegan y se van los gobiernos, cincuenta años desde la muerte de Trujillo y el país sigue  de una improvisación a otra, acumulando problemas y déficits   institucionales, económicos y sociales sin el menor asomo de enfrentar sus grandes problemas, como si  fuéramos un país con vocación suicida  cuya ignorancia o indolencia nos condena a ser una sociedad y Estado fallidos, que solo espera la limosna o la imposición extranjera para enfrentarlos a corto plazo.

Es hora ya de que nos decidamos a enfrentar resueltamente nuestro destino, haciendo aprobar por los actores políticos, sociales y académicos una Agenda Nacional de Desarrollo que convierta en política de Estado los    grandes temas de su  desarrollo.

Estos temas y políticas son los siguientes:

1. Respetar  en forma irrestricta a las instituciones y los derechos humanos, comenzando con las normas constitucionales, que  son de aplicación estricta no sujetas a  la interpretación  acomodaticia del poder de turno, y  fortalecer la  seguridad jurídica.

2. Manejar coherentemente nuestras relaciones con los Estados Unidos y Haití, que son nuestros vecinos y socios comerciales por excelencia, que requieren una política estable y madura.

3. Profesionalizar y pagar mejor a nuestros cuerpos de seguridad  y  de la justicia, pero prevenir la corrupción, la criminalidad, el abuso de poder y la impunidad, con la persecución sin contemplaciones de  los que violen la Ley.

4. Vigilar el endeudamiento exorbitante que atenta contra el equilibrio macro-económico del país,  y revisar el ultra oneroso contrato con la Barrick Gold, que atenta contra los intereses del país.

5. Darle prioridad absoluta al mejoramiento cualitativo y cuantitativo de la educación, a todos los niveles, combinando estímulos apropiados,   supervisión  estricta de todos los actores y ofreciéndole condiciones materiales y  de status para que se asuma como una tarea fundamental.

6. Desarrollar una política de corto, mediano y largo plazos para  obtener  energía  al más bajo  costo,  el incremento de energías renovables, minimizar los costos financieros y hacer pagar a todos en cada categoría de consumidores.

7. Adoptar una política  migratoria  de respeto y estabilidad  de los emigrantes calificados, eliminar los ghettos, integración  de ciudadanos que trabajan, protección de los puestos de trabajo a los dominicanos de acuerdo a las leyes y eliminación de los peajes  por la frontera de las mafias político-militares que los auspician.

8. Emprender una política de inversiones y empleo masivo en la agropecuaria, la industria manufacturera y de construcción, básicamente para los dominicanos, para el consumo interno y la exportación, con una legislación e incentivos apropiados para la competitividad internacional de nuestros productos.

9. Desarrollar un sistema de protección de los recursos naturales y el  ambiente, así como la prevención y  la atención en desastres naturales.

10. Completar el desarrollo de la seguridad social iniciado en el primer gobierno de Hipólito Mejía procurando incluir a todos los trabajadores,  particularmente a los de  libre ingreso, con   mecanismos que garanticen la porción contributiva mediante la verificación de sus ingresos en sus centros de trabajo, cuentas bancarias y nóminas de pago colaterales.

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