Una alianza inestable

Una alianza inestable

Daniel Dombey y Tobias Buck
FT

Las relaciones de Estados Unidos e Israel entre América y sus más cercanos aliados del  Medio Este están siendo forzadas por encima de todo por las diferencias sobre cómo manejar el levantamiento de Irán.

El mundo se agrupó alrededor de Obama, con una muy notable excepción. Los líderes de algunos 40 países, desde Argentina y Armenia hasta China y La India, se reunieron en Washington para asistir a la cumbre de seguridad nuclear convocada por el presidente de E.U. Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel se ausentó.

Los diplomáticos israelíes atribuyeron la cancelación de último minuto del Sr. Netanyahu a los planes de Turquía y Egipto de discutir el arsenal nuclear de Israel. Pero su ausencia fue, al menos, profundamente simbólica, ya que este era un evento que intentaba mostrar reunidos a los aliados y asociados de E.U. reunidos según la agenda del presidente americano.

La alianza E.U.-Israel, que por décadas ha sido la piedra angular del poder político del Medio Este, está en forma. El gobierno de Obama está molesto en relación a los acuerdos israelíes sobre la parte ocupada de Jerusalén Oriental. El gobierno del Sr. Netanyahu está rehuyendo a lo que esto representa debido a las irrazonables demandas del Sr. Obama.

La tensión entre los dos lados se ha vuelto una historia de desaires personales y diferencias políticas aunque E.U. e Israel se profesan su devoción entre ellos.

La diferencia principal entre las administraciones anteriores y la de ahora es el problema de Irán”, dice un alto oficial de E.U. mientras discute el actual estancamiento de E.U. e Israel. “Desde nuestra perspectiva, esto incrementa la urgencia de Israel de Mantener la comunidad internacional enfocada sobre ese problema y no sobre otros problemas. Y los israelíes necesitan de todos nosotros para trabajar juntos en el objetivo común de mantener la presión sobre los iraníes para que desistan.

Todavía, mientras los diplomáticos y políticos estudian las causas subyacentes del distanciamiento de E.U.-Israel puede que haya pocas dudas de que la pobre química personal y política entre el Sr. Obama y el Sr. Netanyahu juega una parte. Su relación es claramente mucho más polémica que la observada entre el Presidente George W. Bush y Ariel Sharon y Ehud Olmert, los anteriores primeros ministros israelíes.

Los oficiales de Washington dice el Sr. Obama estaban enfurecidos por el anuncio de la extensión de un convenio de Israel en la parte ocupada de Jerusalén Oriental durante una visita el mes pasado por Joe Biden, el vicepresidente. Poco más de una semana más tarde, el Sr. Netanyahu hizo una de las visitas más ignominiosas a la Casa Blanca que ninguna que haya hecho cualquier aliado en años atrás, fuera de la vista de los medios de comunicación: se dejó que consultara con su equipo en el Salón Roosevelt mientras el Sr. Obama resolvía sin él, y encima de eso salió del edificio sin ningún convenio a pesar de sostener dos reuniones con el presidente en cuestión de horas. El Sr. Netanyahu también tal vez presida la coalición más derechista de la historia israelí, mientras el Sr. Obama se percibe ampliamente que está entre los presidentes más liberales en décadas. El líder israelí es visto en Washington como obstruccionista, mientras muchos israelíes se refieren al Sr. Obama como ingenuo, inexperto y, lo peor de todo, el arquitecto de la política de contemporización de E.U.

El Sr. Obama y el Sr. Netanyahu comparten la opinión de que Teherán debe ser detenido de adquirir capacidad de armas nucleares, un escenario que ambos mantienen desestabilizaría el amplio Medio Este y envalentonaría los enemigos más comprometidos de Israel. Pero ahí hay una falla fundamental y que es cada vez más visible, y es acerca de cómo mejor responder. Puesto crudamente, los americanos opinan, que los esfuerzos de paz Israelí-Palestinos como el ingrediente clave en crear una coalición árabe para frenar a Irán. Israel, por contraste, argumenta que una paz duradera del Medio Este es sólo alcanzable una vez que el mundo haya combatido la amenaza de Teherán.

Hablando a más de 7,000 personas en la conferencia anual del año pasado del Comité de Relaciones Públicas Americo-Israelí (Aipac), el poderoso grupo legislador pro Israel, Hillary Clinton, Secretaria de Estado de E.U., resaltó el valor de la propaganda de las imágenes de los territorios palestinos ocupados, haciendo el llamado a Israel para que ayude a cambiar “los hechos por la razón” para poder “refutar las reclamaciones de los que se oponen y de los extremistas, y en esa forma crear las circunstancias para un futuro seguro para Israel”.

Ella agregó: “Detrás de estas organizaciones terroristas y de sus cohetes, vemos la influencia desestabilizante de Irán. Ahora alcanzando una solución de dos estados no terminarán todas estas amenazas, pero si fracasa en hacerlo da al enemigo extremista un pretexto para expandir la violencia, la inestabilidad y odio”.

E.U. está también aumentando el trabajo con los estados árabes para contener a Teherán. Pero como dijo el mes pasado el General David Petraeus, jefe del comando central de E.U.: “Si se acude a los líderes moderados del mundo árabe ellos dirán que la falta de progreso en el proceso de paz del Medio Este les causa problemas”.

El gobierno de Netanyahu considera que el levantamiento de Irán, y sus ambiciones nucleares, es un asunto tan urgente que deja las conversaciones de paz en las sombras. En su último viaje a Washington él dijo a los miembros del Congreso que los palestinos no eran actualmente asociados dispuestos por la paz. Él también motivó el paso de las sanciones unilaterales de E.U. en contra de las compañías que invierten en Irán, a pesar de las objeciones del gobierno de Obama.

La Casa Blanca no estaba feliz. “Mientras más se recurre a tirar la carga en el patio trasero de otro, menos remordimientos ellos tendrán para hacer lo mismo”, dice Daniel Levy, un anterior negociador de paz israelí que ahora pertenece a la Fundación Nueva América, un grupo de expertos en E.U.

Esta no es una opinión ampliamente compartida fuera de Israel. “Todos le estamos diciendo a Israel que si la amenaza principal en el área se trata verdaderamente de Irán, entonces ellos no están en el camino correcto para una solución”, dice un alto diplomático occidental, enfatizando al apoyo europeo y ruso para la posición del Sr. Obama.

La lógica planificada por E.U. y sus aliados va como sigue: contener a Irán requiere de una coalición árabe; una coalición requiere de un proceso de paz Israelí-Palestino; el proceso de paz Israelí-Palestino requiere de concesiones israelíes; y la concesión israelí lo que requiere ahora mismo es detener la creación de un nuevo convenio en la parte ocupada de Jerusalén Oriental. En su discurso del Aipac, la Sra. Clinton también argumentó que, en ausencia de un convenio de paz, las tendencias demográficas y otros factores pusieron la sobrevivencia a largo plazo de Israel como un estado judío democrático en riesgo.

Ellos pueden apegarse a su posición inicial sobre Jerusalén Oriental, pero sólo porque ellos puede que no parezcan lo que tienen que parecer”, dice el alto oficial de E.U. sobre el gobierno israelí. “Y eso es lo que estamos indicando, justo fuera de su propio interés, cierta tolerancia para hacer posible que los palestinos estén más dispuestos”.

El analista israelí cercano al gobierno de Netanyahu ve las cosas de forma diferente. “El presidente Barack Obama capitalizó un fallo menor en el sistema israelí, el anuncio durante la visita del Sr. Biden, para crear una crisis en las relaciones E.U.-israelí”, dice Efraim Invar, director del Centro para Relaciones Estratégicas Begin-Sadat. “Este parece encajar con el enfoque de la política extranjera general de Obama de distanciar los aliados democráticos mientras se apaciguan los dictadores antiamericanos”.

Todavía para otros israelíes la discusión de los derechos políticos del país oculta una complacencia peligrosa. Ellos denotan que Israel se ha vuelto aún más dependiente del apoyo militar y diplomático de E.U. que en el pasado.

“Si se mira la percepción de amenaza en Israel, la amenaza es principalmente considerada que viene de Irán. Pero también es bastante evidente que Israel no puede lidiar con la amenaza iraní por sí sola”, dice Shlomo Brom, un alto analista en el Instituto para Estudios de Seguridad Nacional y el anterior director de la división de planeamiento estratégico del ejército.

Esta es una opinión ampliamente compartida entre los analistas de E.U. Israel, ellos dicen, es posible que necesite asistencia de E.U. para cualquier golpe militar efectivo en las instalaciones nucleares de Irán, y para lidiar con la reacción violenta que siga a tal ataque.

Mientras tanto, hay considerable malestar en Washington acerca de cierto lenguaje del Sr. Netanyahu sobre Irán, el cual él ha comparado en el pasado a la Alemania Nazi. “No creo que esté en el interés de América o de nadie más que sea amigo de América el motivar a América a confrontar una colisión con Irán”, dice Zbigniew Brzezinski, anterior asesor de seguridad nacional de E.U. “El asunto realmente es ¿cómo puede uno lograr un resultado que sea bueno para el interés nacional americano, asegurando un bienestar duradero y la seguridad de Israel, y tomando algunas medidas de genuina justicia para los palestinos?

Muchas personas sostienen que Israel y E.U. ultimadamente serán capaces de arreglar sus diferencias y resumir sus cercanas relaciones tradicionales. Las poderosas fuerzas en Washington se sienten incómodas con las tensiones actuales. Muchos conservadores ven a Israel como un aliado a diferencia de cualquier otro, una democracia asociada en un mar de estados autoritarios. La postura de la administración ha encontrado oposición o sólo callado apoyo en el Capitolio, donde el Aipac queda como una fuerza formidable a pesar de las crecientes divisiones entre los mismos judíos-americanos. Los principales republicanos han sonado fuerte crítica de la línea más dura sobre Israel.

Ese tipo de apoyo dirige algunos israelíes a creer que el Sr. Netanyahu puede, y podría, resistir la presión de E.U. Como Dore Gold, el presidente de Relaciones Públicas del Centro de Jerusalén y anterior asesor de Netanyahu, dice: “La relación entre E.U. e Israel no está limitada a sus gobiernos. La gente de E.U. está con nosotros y el Congreso está ciertamente también con nosotros”.

Una cosa está clara: aunque las tensiones diplomáticas aumenten, nadie en Washington está cuestionando el compromiso americano con la seguridad de Israel, una promesa descrita por la Sra. Clinton como sólida, inquebrantable, duradera y para siempre”. Ella alardeó en su discurso de Aipac que Washington estaba incrementando los $3 millardos de asistencia militar que E.U. entrega a Israel cada año. Tampoco la administración del Sr. Obama ve mucha posibilidad de reducir otros subsidios para Israel. Todo lo mismo, algunos oficiales están buscando una posible fuente de presión: eventualmente emitiendo parámetros o pautas de E.U. para un acuerdo de paz.

La administración de Obama está, en otras palabras, delineando una política más matizada que la de sus predecesores: este busca combinar un compromiso de fundición para la seguridad de Israel con una postura mucho más crítica sobre la creación del acuerdo y del proceso de paz. Mientras Irán continúa su progreso hacia la capacidad nuclear, es una distinción que parece improbable que desaparezca. Para el Sr. Netanyahu y su gobierno, los momentos incómodos están delante.

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Colonos

Actualmente existen más de 280,000 colonos viviendo en 121 colonias en la ocupada Cisjordania o Ribera Occidental. Al menos hay 180,000 colonos en la parte ocupada de Jerusalén Oriental. Su presencia, en crecientes números, es ampliamente considerada uno de los principales obstáculos para un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos . Aunque algunos colonos dicen que están listos para abandonar sus hogares en el caso de que surja un acuerdo de paz, otros han jurado pelear contra cualquier intento de desalojarlos, incluso por el gobierno israelí.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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