República Dominicana y Haití, que comparten una isla, no tienen forma de rehuir la necesidad de concertar alianzas   para enfrentar  problemas comunes y poner en práctica programas de desarrollo. Esa necesidad fue la que inspiró la creación de la Comisión Mixta Bilateral hace algunos años y es la que justificaría que se haga énfasis en la defensa de la integridad institucional del territorio insular compartido.

Para ambas naciones el tráfico internacional de drogas  representa una seria amenaza, pues este negocio aprovecha ventajas como la ubicación geográfica de la isla y las debilidades de ambos países. Es necesario que los gobiernos de estos dos países acuerden el intercambio de información relacionada con tráfico ilícito de sustancias y lavado de activos.

En ambos países el narcotráfico está creando condiciones favorables para sus prácticas,  mediante la infiltración de instituciones públicas para socavar la autoridad. Aquí se ha detectado involucramiento de militares y policías en operaciones de apoyo al tráfico de drogas y hay solicitudes de extradición por esa causa. Cada día se afianza más la creencia de que Haití es un gran almacén de drogas y que una parte  llega al lado dominicano  por la frontera. El problema es tan común para los dos países como lo es el territorio de la isla.

¿Principio del fin de la gran crisis?

Varios organismos y personalidades muy importantes del mundo han coincidido en estos días en que, según sus particulares apreciaciones, la gran crisis financiera ha comenzado a ceder. En esto han coincidido el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, así como  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo.

Sin embargo, más que esas expectativas todavía sutiles de bonanza, lo que debería alegrarnos es la tendencia, forzada por la gran crisis, hacia una modificación bastante profunda en las normas del mercado financiero. Suiza, por ejemplo, se ha comprometido a abolir el secreto bancario para intercambiar información con otros países. Es temprano para tener la certeza de que la crisis está cediendo, pero podemos celebrar algunos logros importantes.