HAMLET HERMANN
A muchos tiene que haberles ocurrido: buscar un libro para consulta y, repentinamente, otro volumen atrae la mirada y descubren que ese es el que realmente necesitan en el momento. “Serendipity” le llaman los anglosajones a ese mecanismo. Así, accidentalmente, apareció el libro “Megaproyectos y riesgo; una anatomía de la ambición”. Fue escrito por tres académicos nórdicos en un empeño por desentrañar la cultura de los megaproyectos que por el mundo se repiten como pandemia.

Bent Flyvbjerg, danés; Nils Bruzelius, sueco; y Werner Rothengatter, alemán, aunaron esfuerzos e inteligencias para analizar uno por uno centenares de proyectos multimillardarios que han sido propuestos en numerosas naciones siguiendo un mismo patrón de convencimiento. El libro resulta fascinante por cuanto descubre la similitud de procedimientos que siguen los empresarios y los políticos de países con enormes diferencias, en desarrollo y en culturas, para enriquecerse a corto plazo. Los autores lograron examinar y descifrar cómo los promotores de los megaproyectos desinforman, para beneficio propio, a los Congresos de sus respectivos países. Asimismo, cómo mienten descaradamente a los medios de comunicación y a la población en sentido general para que sus multimillardarios proyectos sean respaldados y construidos.

Uno de los aspectos más interesantes de esta obra de investigación es aquel que evidencia la fórmula del cóctel que se mezcla para que sus monstruosas obras sean construidas. Analizan allí cómo, al proponer el proyecto, minimizan los costos del diseño y de la construcción. Igual que la palmadita en la nalga que los médicos dan al paciente antes de clavarle una aguja hipodérmica que llevará una sustancia provocadora de enorme dolor y poca sanación. En la fabricación de la indispensable mentira para lograr la aprobación del megaproyecto exageran con pasión desmedida los beneficios que, supuestamente, esa obra producirá. Se esmeran en minimizar los daños al medio ambiente que provocará cada construcción, ya sea en las ciudades o en la campiña, a sabiendas de que nada será como ellos alegan. La perspectiva del megaproyecto como impulsor del desarrollo económico nacional es magnificada y presentada como panacea que impulsará el progreso.

Los académicos presentan en este libro las formas en que los promotores de los megaproyectos ocultan los riesgos que esas obras faraónicas implican para aquellos países que caen en la trampa de aprobarlos. Pero que nadie se llame a engaños. El libro de Flyvbjerg, Bruzelius y Rothengatter no es un rosario de lamentos sino un recuento analítico de centenares de megaproyectos que han sido aprobados y construidos en más de veinte países. Los autores hacen recomendaciones y proponen soluciones prácticas basadas en evidencias científicas de las obras analizadas en Hong Kong, China, Japón, Australia, Malasia, Tailandia, Boston, California, Canadá, Sao Paulo, Buenos Aires, Venezuela, Brasil, Rusia, Bangladesh, Bolivia y otros países del mundo. El universo del estudio incluye países con diferentes niveles de desarrollo político y social, además de diferentes sistemas políticos. Descubrieron que la filosofía de la ambición desmedida es la misma en todas partes sin importar idioma o nacionalidad.

De la lectura de esa obra se desprenden algunas inquietudes. ¿Estarán coordinados entre sí los embaucadores que se enriquecen por el mundo con los megaproyectos? ¿Cómo se comunican los procedimientos para actuar de manera semejante a pesar de que los separan océanos, cordilleras y continentes? ¿Cómo se las han arreglado para justificar posteriormente que esas obras no hayan contribuido al desarrollo en la medida que ellos vaticinaron cuando querían convencer a todos de la bondad de sus megaproyectos? ¿Qué fuerza política y estructural les garantiza la impunidad luego de tanta mentira y tanta malversación de fondos?

Como en el gobierno dominicano hay algunos funcionarios que le dan mayor credibilidad a los libros en inglés que en español, debían hacer lo posible por adquirir “Megaprojects and Risk; an anatomy of ambition”. Descubrirán en esta obra que “nihil novum sub solem”. Los que logren adquirir el libro se beneficiarán porque descubrirán que existe por el mundo una filosofía perversa para promover megaproyectos multimillardarios aunque los pueblos no reciban educación, ni cuidado de salud, ni se atiendan los problemas principales que ayuden a salir definitivamente de la pobreza. O sea, que los gobernantes dominicanos no están solos en el mundo.