Una atinada sugerencia del Partido DxC

Una atinada sugerencia del Partido DxC

Aunque un poco extemporánea, el Partido Dominicanos por el Cambio (DxC) ha hecho una proposición que no debiera caer en saco roto, como generalmente acontece en nuestro país cuando las sugerencias no son hechas o patrocinadas por el partido político en el poder.  En efecto, una delegación de este partido hizo entrega en la Cámara de Diputados valiosas observaciones al anteproyecto de Ley de Partidos y Agrupaciones  Políticas, la principal de estas: “Reducción del período de la campaña electoral”.  De igual modo, la obligatoriedad de los debates entre los candidatos presidenciales, tal y como se estila en países más avanzados que el nuestro.

¿Cuál es la finalidad de este cambio?  Evitarle a la población la continuación de una campaña tras la otra, lo cual causa grandes molestias e inconvenientes por los odiosos caravaneos, bandereos y colocación de afiches en demasía en ciudades, pueblos y carreteras, lo cual constituye una agresión visual peligrosa, sobre todo en autopistas y carreteras por la distracción que causan, lo cual puede degenerar en un peligroso accidente.  Además, se debe agregar el elevado costo económico que la colocación de vallas, cruzacalles y afiches significan para un país paupérrimo como el nuestro.

En gran parte de los países del área, la campaña electoral se circunscribe alrededor de dos o a lo sumo tres meses  antes de las votaciones.  Sin embargo, no estamos de acuerdo en la separación de la elección de diputados y senadores, lo cual según DxC eliminaría el arrastre pero a nuestro entender, elevaría considerablemente los dispendios .

Otra sugerencia atendible y sobre todo equitativa, es la que incluye disposiciones claras en la supervisión y transparencia en la utilización de los fondos suministrados por la Junta Central Electoral (JCE) y en consecuencia haya iguales  oportunidades cuando se trate de los medios de comunicación del Estado y los intervenidos por éste.  Asimismo, sancionar aquellas personas o entidades que cometan delitos electorales.    Lo que  estuvo un poco ambiguo fueron las alternativas planteadas para evitar el transfuguismo, ya que el “camaleonismo político” ha sido una de las prácticas más denigrantes e indolentes de los politicastros dominicanos que han ejercido esta praxis con la mayor desfachatez, falta de ética y sobre todo de vergüenza.

 Notamos sin embargo, que a DxC se le olvidó incluir en sus propuestas algo que consideramos sumamente necesario para la democracia dominicana.  En la actualidad, el período de transición abarca unos tres meses, es decir, aproximadamente 90 días, lo cual es sumamente excesivo y da lugar a que el presidente saliente, tal y como es el caso presente, se explaye en tratar de inaugurar todo lo que inició, aunque dichas obras no hayan sido concluidas, lo cual causará graves problemas al presidente entrante.  En Francia, la toma de posesión del mandatario electo es inmediata, por eso observamos cómo, entregando el mando Sarkozy, el presidente Hollande salió ese mismo día a una reunión en Alemania con la primera ministro Merkel.  En 90 días se hacen muchas diabluras, cuando se tiene intención para obrar así.  Nos referimos a la reconstrucción del peaje en la autopista Duarte en La Penda, iniciado la semana pasada.  Recordamos cómo cuando se trató de instaurar, hubo enfrentamientos entre choferes y la policía, con el saldo de varios muertos.  Al parecer, el nefasto Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, ingeniero Díaz Rúa, que le otorgó esa concesión a una compañía denominada Viadom -que debiera ser investigada para conocer sus verdaderos accionistas- sería la responsable de tan aciaga decisión.

Aprovecho la ocasión que escribo sobre DxC, para pedirle públicamente excusas a su presidente, ingeniero Eduardo Estrella, por el lapsus que cometí en una entrega anterior, de señalarlo como el Secretario de Obras Públicas y Comunicaciones que le había sugerido al presidente Balaguer que inaugurara la Autopista Duarte sin terminar.  El ingeniero Estrella era a la sazón senador por Santiago y el Secretario en funciones era el ingeniero Amaro Guzmán.   

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