Una Ayuda-Memoria para Hatuey

Una Ayuda-Memoria para Hatuey

El pasado fin de semana  en una publicitada entrevista por TV  el destacado político Hatuey De Camps, presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata ,  hizo declaraciones que muestran que le falla la memoria, no obstante  su clara inteligencia.

Hatuey nunca explicó por qué no apoyó en 2004 otra  precandidatura, diferente a la de Hipólito Mejía, que respaldaron los demás aspirantes a la Presidencia al no lograrla para sí. Tampoco explicó porqué fue a la tumba de Peña Gómez a  ofrecerle la derrota de su partido con la expresión lapidaria: “misión cumplida”.

Realmente, el país político no entiende cómo, en lugar de emular a Peña Gómez, quien cedió la candidatura a Majluta en 1986 a cambio de asumir el control del Partido,  Hatuey prefirió renunciar a su presidencia y fundar el PRSD, para en el 2008 postularse como Vicepresidente de un  exprecandidato reformista perdedor, que sacó menos del 1% de la votación. También sorprende que en lugar de guardar  prudente silencio, anunció ahora con entusiasmo la pretendida victoria en las próximas elecciones de un partido cuyo líder es un reeleccionista impenitente.

Contrariamente a lo proclamado  por Hatuey, la esencia de la social democracia no es la no reelección, aun cuando la falta de institucionalidad  de este país la hace necesaria. 

Falta a la verdad mi querido amigo y ex discípulo  Camps, cuando afirma que yo  hice solo una declaración contra  la reelección y luego “me acomodé”.  Todo lo contrario, en no menos de 30 ocasiones me pronuncié fuera y dentro del partido contra esa línea, que se impuso  sin que él como presidente de  la organización hiciera lo que Peña Gómez en 1982 para detener el reeleccionismo: movilizar al PRD.

Todavía hice más: impulsé desde el Consejo Nacional de Reforma del Estado (CONARE) una  nueva Constitución de inspiración social – demócrata, que recibió en un 95% respaldo de todos los sectores políticos y sociales,, la que incluía la Constituyente y prohibía la reelección.

Hay que reconocer que Hipólito Mejía desestimó mi renuncia e incluso aceptó que varios de sus propios  ministros le disputaran la candidatura presidencial. Luego tuvo la nobleza de reconocer públicamente su error al repostularse, y ha tratado de jugar un papel institucionalista  en el Partido.  Pero parece que el rencor y la frustración le han hecho perder a Hatuey su objetividad y el liderazgo que había ganado dentro del PRD…

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