Las oficinas de votación abrieron en el Extremo Oriente ruso dando inicio a una elección presidencial en la cual Vladimir Putin, en el poder desde hace 24 años, busca un nuevo mandato, el quinto, que muy probablemente obtendrá. ‘La única incógnita en las elecciones rusa es la abstención’, dice nuestro corresponsal en Moscú, Xavier Colas.
La votación se llevará a cabo durante los tres días inclusive en los territorios ocupados por Rusia en Ucrania o en Transnistria, territorio separatista pro-ruso de Moldavia.
El mandatario llamó a sus compatriotas a no «desviarse del camino» y a expresar en los comicios, en los cuales no se presenta ningún otro político de peso, una posición «patriótica» para «confirmar nuestra unidad y determinación de seguir adelante».
«Putin mantiene una alta popularidad en un país donde están prohibidas las opiniones contrarias a la guerra o que cuestionen el actual sistema político en Rusia», subraya Xavier Colas desde Moscú.
Unos 112 millones de rusos están llamados a votar hoy. «Putin concurre una vez más sin rivales de importancia. Frente a él solo hay tres aspirantes que no gozan de popularidad ni de experiencia en el gobierno. El único enemigo puede ser una baja participación y por eso el presidente se ha dirigido a los rusos por televisión para pedirles que voten», agrega Colas.
Putin, en el poder desde el año 2000, se enfrenta a tres candidatos que no se oponen a la ofensiva militar en Ucrania ni a la represión que erradica cualquier tipo de oposición, como lo demostró la muerte en prisión a mediados de febrero del principal detractor del Kremlin, Alexéi Navalni.
«Votar en estas elecciones es ‘una manera de demostrar lo patriota que es uno’, dijo Putin. El Kremlin tiene una alta participación en mente para demostrar que los rusos apoyan la ‘operación militar especial’ en Ucrania, que es como el gobierno se refiere a la invasión. Al contrario que con las manifestaciones, Putin ha pedido a los rusos que no se queden en casa, que participen», anota nuestro corresponsal.
«La disidencia ha dudado qué hacer, si promover la abstención o votar por cualquier otro candidato que no sea Putin. O tal vez el voto nulo escribiendo consignas contra la guerra en la papeleta», concluye Colas.