Carla Maribel Concepción, de 14 años, era la jugadora más valiosa del equipo de voleyball de la escuela Parroquial Domingo Savio y una estudiante meritoria de su curso. Su sueño era formar parte de la Selección Nacional de Voleyball, conocer el mundo a través del deporte y ser médico.
Pero sus deseos terminaron de forma abrupta la noche del pasado sábado, en Los Guandules, Distrito Nacional, cuando dos desaprensivos iniciaron un intercambio de disparos, hirieron de gravedad a un hombre e impactaron con dos balas a Carla, quien estaba sentada al frente de su casa. Las heridas le segaron la vida y fue declarada muerta la mañana del domingo.
Su madre, Sandra Campusano, y su abuela materna María Campusano aún no salen del estado de shock al saber que Carla no seguirá viviendo pero, peor aún, desconfían en la justicia para dar con los responsables del hecho, ya que según indicaron no harán nada al respecto.
“¡¡Dios mío!! ¡Qué dolor tan grande, esto es tierra de nadie, hoy se nos fue nuestra estrella, llena de vida y de ilusiones y la justicia no hará nada al respecto no podemos con tanto dolor”, dijeron.
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Afirmaron no ser la primera vez que ocurren estos enfrentamientos en la zona: en lo que va de mes han ocurrido 8 hechos de intercambios de disparos provocados en las fiestas nocturnas, en las calles, por puntos de droga o en actos de venganza.
“Los delincuentes son los dueños de las calles. Si no son fiestas, son tiroteos y el patrullaje es pobre, los policías no se atreven entrar porque nadie puede con los tígueres de esta zona”, expresaron.
Explicaron que al momento de la muerte de la joven ella se encontraba sentada al frente de su casa esperando que su abuela llegara de trabajar pero que, según las cámaras que captaron el hecho, la adolescente no tuvo chance de escapar ante los impactos de las balas, dado que los antisociales tenían en la mira matar a otra persona.
“Los tígueres hirieron al “Buda”, el dueño del drink, al parecer ajustes de cuentas, el cual está en cuidado intensivos batiéndose entre la vida y la muerte; fueron tantos tiros que era inevitable no alcanzar a unas de las personas que se encontraban en las cercanías del lugar”, indicaron.
Ante esto, los moradores del barrio fueron a mostrar sus condolencias a la familia aprovechando el espacio y haciendo un llamado a las autoridades de reforzar la seguridad de la barriada para que no ocurran hechos similares.
Escuela de luto por muerte de la estudiante
El aula 3D de la escuela Parroquial Domingo Savio, donde estudiaba Carla, estuvo cerrada como forma de conmemorar su muerte. Sus compañeros acudieron vestidos de negro y sus profesores todavía no salen del asombro.
Uno de ellos es Dagoberto Botello, quien sigue impactado con la noticia de la muerte de su estudiante, ya que tenía previsto jugar un torneo y, al ser Carla cocapitana del equipo, siempre aportaba ideas en los entrenamientos para tener buenos resultados.
“Ella era una joven alegre, dedicada a su deporte y sus estudios, dos semanas antes de su muerte dialogaba mucho con el equipo con para prepararse bien para el próximo torneo de voleyball y obtener buenos resultados. Siempre se aseguraba de que sus compañeros estuvieran bien”, contó el profesor.
A su lado, los compañeros de aula y del equipo afligidos expresaron que se sienten atemorizados de que vuelva ocurrir otro hecho similar, por lo que pidieron a las autoridades que velen por la seguridad de todo el sector.
Bandas imponen peajes
Algunos residentes consultados, cuyos nombres se omiten por seguridad, declararon que Villa María, Villa Consuelo, el 27 de Febrero y La Ciénaga son algunas de las localidades donde los residentes, sobre todo los comerciantes, han tenido que destinar recursos económicos para evitar que bandas los atraquen.
Declararon que alegados agentes a los que les corresponde patrullar por esas barriadas cobran supuestos peajes, obligando a los residentes a tomar medidas ante la débil respuesta de las autoridades.