Una buena acción es la mejor oración. Así reza un refrán popular que bien han asumido dos jóvenes sacerdotes a cargo de tres parroquias del municipio Los Alcarrizos, quienes desde hace ocho meses trabajan en la articulación de acciones y estrategias en pro de lograr cambiar el panorama de violencia, criminalidad, desempleo, deserción escolar y otros males que afectan la comunidad.

Romper con la apatía de las autoridades e integrar a la comunidad no ha sido tarea fácil, pero poco a poco lo han ido logrando.

Al participar en la Esquina Joven de Hoy, los sacerdotes Juan Amadís y Joel Villafaña expresaron su preocupación por el derramamiento de sangre de gente inocente.

Según expresaron, las bandas juveniles ya no solo tienen presencia en los barrios, sino que cuentan con células en centros educativos del municipio, teniendo como su principal actividad el narcotráfico.

Los sectores productivos de la zona son indiferentes ante el actual contexto y se escudan en simples obras de carácter filantrópico de manera esporádica, precisaron.

Incidencia. La labor pastoral y social de estos religiosos tiene incidencia directa en los barrios Savica, Las Mercedes, kilómetro 14, Nuevo Horizonte y Pueblo Nuevo, entre otros, con una feligresía que ronda los 12 mil. Y es que además de las tres parroquias, participan de manera activa en 20 capillas. “Las autoridades municipales no fomentan la participación y el ejercicio de una ciudadanía responsable”, precisó el padre Amadís.

Explicó que lamentablemente los garantes del orden y la paz tienen como norma hacerse sentir a través de redadas y operativos sin establecer otros mecanismos de interacción social, especialmente en zonas marginadas.

“Debemos sentarnos en la mesa del diálogo y trabajar juntos por un municipio de paz y progreso”, recalcó, al tiempo de pedir la integración de los diferentes sectores de la demarcación.

Pidió a los ministerios de la Juventud y de Deportes asumir los males sociales que afectan a la juventud de Los Alcarrizos como una prioridad, “porque de continuar la situación se podría dar pie al surgimiento de nuevas maras juveniles”.

Explicó que el plan de acción diseñado desde las parroquias San Francisco de Asís, del kilómetro 14 de la autopista Duarte, Nuestra Señora del Rosario y Sagrado Corazón de Jesús comprende la realización de operativos médicos y entrega de medicina, remodelación de los templos y capillas, así como distribución de ropa y utensilios domésticos.

De igual manera, entrega de juguetes y la creación de una mesa del diálogo interinstitucional.

Desafíos. De su lado, Joel Villafaña dijo que aún quedan pendientes grandes desafíos.

Citó entre ellos la creación de una red de solidaridad entre jóvenes sin empleo, propiciar una estrategia local de responsabilidad social a favor de la juventud en coordinación con las grandes empresas nacionales y transnacionales que funcionan en el municipio, poner en marcha un plan estratégico de desarrollo y lograr una mayor articulación con la municipalidad. El sacerdote entiende que es de vital importancia la edificación de un “community college”.

Valores. En tanto, Miguelina Acosta, directora de la escuela María Eugenio de Hostos, abordó los esfuerzos desplegados desde el centro educativo para alejar a los niños y jóvenes de la delincuencia. A tales fines, conformaron un programa de promotores de paz, quienes sirven de multiplicadores de buenas acciones.

En septiembre lanzarán el programa “Escuela de líderes” para fomentar y promover el liderazgo en la juventud.

Asimismo, hizo referencia a las iniciativas dirigidas a promover los valores.

No obstante, reconoce que la situación de violencia es grave. De hecho, dijo que le ha tocado de cerca porque recientemente su hijo menor de edad fue víctima de un atraco.

Centro comunal

Al lado de la parroquia una vieja edificación espera por la intervención de las autoridades. La demanda es que se construya allí un centro comunal en el que se puedan hacer actividades diversas.

El presupuesto estimado asciende a poco más de un millón de pesos.
Los sacerdotes expresaron que hicieron la petición al Presidente de la República, Danilo Medina, pero que a la fecha no han recibido respuesta.
“Hemos enviado muchas cartas a las autoridades solicitando ayuda para diferentes proyectos, pero sentimos cierto abandono y apatía”, precisó el padre Juan Amadís.

Kelvin Jiménez, asesor parroquial, añadió que esto permitiría que la comunidad pueda tener un lugar para hacer sus reuniones.

Destacó el trabajo que realizan los sacerdotes noveles y el impacto positivo que ha tenido su presencia en la comunidad.

Empero, Jiménez entiende que sin el concurso de las autoridades, así como del empresariado, el proceso de avance es más lento y tedioso.

Advirtió que de continuar la tendencia, el país podría colocarse a nivel de otros de la región en materia de criminalidad.