Una calma extraña después de la tormenta

Una calma extraña después de la tormenta

POR JOHN AUTHERS
¡Se terminó realmente? La historia indica que los mercados deberían tomarse muchas semanas más, al menos, para recuperar su impulso después de las súbitas ventas que empezaron el 27 de febrero. Pero muchos indicadores sugieren que la inesperada ola de aversión al riesgo terminó.

Los mercados de bonos se aferraron a la mayor parte de las ganancias que lograron el miércoles, después de conocida la retirada matizada de la Reserva Federal de Estados Unidos de su tendencia a favor de los ajustes en las tasas de interés. Casi todos los mercados de acciones del mundo retornaron a territorio positivo en el año, y subieron hasta los niveles que habían alcanzado antes de las liquidaciones.

Más allá de los retornos crudos de los mercados de acciones, la volatilidad indicó que la percepción del riesgo estaba retornando al nivel normal. El índice Vix, de la Bolsa de Opciones de Chicago (CBOE), que se duplicó en cuestión de días a finales de febrero, ahora ha cedido de cerca de 20 a 12, muy por debajo de su promedio histórico y casi de regreso a sus bajas de cerca de 10. Si se lleva en esta forma el debate sobre si esto fue una corrección o un mercado a la baja, es discutible: no fue ni siquiera una corrección.

Empleando la fuerte corrección de mayo pasado como punto de referencia, este acontecimiento parece estar en camino de ser mucho más tibio. Aquella vez, a los principales índices de acciones les tomó cuatro años reconquistar los niveles que establecieron antes de las ventas.

Existen otras diferencias intrigantes. El espasmo del año pasado fue provocado por temores de inflación, y los bancos centrales aumentaron reiteradamente las tasas de interés –la temida “contracción de la liquidez”. Los rendimientos de los bonos subieron antes de las ventas. Esta vez, los rendimientos de los bonos cayeron antes  de las ventas, y siguen estando más bajos. El oro, normalmente considerado un puerto seguro, cayó durante las ventas y se ha recuperado desde entonces. En mayo de 2006, EEUU era un puerto relativamente seguro. Este año, sus resultados quedaron por debajo del resto del mundo. 

Es un cuadro confuso. La tésis de que fue en primer lugar un suceso provocado por el nerviosismo sobre el impacto potencial de los problemas de la industria de préstamo de subprimas, parece estar intacta. Es el sector de las subprimas lo que podría traer de vuelta a los vendedores, si provoca otra sorpresa desagradable. La temporada de  ganancias corporativas para el primer trimestre está a punto de empezar y también podría generar problemas. Pero por el momento, todo está extrañamente apacible.

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