Una campaña electoral inapropiada

Una campaña electoral inapropiada

JOSÉ R. MARTÍNEZ BURGOS
Vale la pena estudiar las estrategias de la campaña pre electoral que no se distingue en nada con la etapa final de cualquier otro proceso eleccionario anterior, porque el «perfil tan bajo», que se observa en la actual, en nada se diferencia al de otras viejas actividades, peor aún, ésta no acaba de suscitar ni entusiasmos en las apreciaciones, de quienes, desde altas posiciones lucen un lenguaje de amargas comadres de barrios de ignorantes, que no saben sostener un tono sosegado, sino una posición de combate cual guerrilleros enardecidos.

Oficialmente la campaña no ha comenzado todavía pero se aprecia una carga agresiva que convierte las palabras en proyectiles. Tal vez al final de esta inverosímil campaña nos depare la sorpresa de uno o más muertos, como si se tratara de un combate entre viejos combatientes de nuestras guerras civiles de antaño, que decían, muchachos esto no se hace así. No basta con mentir con las promesas hay que saber morder, insultar y rebajar al contrario, sacarle los trapitos sucios, y los limpios también, hay que darle caña al contrario, ni importa cual sea el insulto, que los programas no existen, lo importante es ganar la batalla electoral, con o sin mercenarios, porque el agravio es más rentable, que las retóricas de programas de gobierno envueltos en papeles de celofán.

Los políticos dominicanos no reaccionan, sobre todo cuando están en el poder, no tienen ideas claras, creen que con moverse mucho, ya todo está hecho! No es así la cosa. Lo importante es estudiar lo que aqueja a la ciudadanía y no entienden que hablar por teléfono o recibir visitas, no resuelve nada. Lo que importan son las soluciones que producen rentas, porque no pueden ni son capaces de erradicar el mal de la sociedad. Es que, nuestros políticos se olvidan que el mal de las alturas se produce tanto desde el Gobierno como desde la oposición. Lo que no pueden entender nuestros políticos, es que la hipoxia no deja ver la realidad y anula la capacidad de escuchar y no digamos criticar. Al faltarles oxígeno, ya no reaccionan normalmente, por eso recurren al insulto y degradan la campaña. Los políticos deberían saber muchas cosas que sus asesores no le pueden decir por qué las ignoran, y, entonces, recurren al autoritarismo y llegan a olvidar, que en democracia los votos no son de los partidos políticos sino de los ciudadanos, que en cada proceso se los prestan,   a aquellas fuerzas que de acuerdo con sus criterios más lo merecen   o por el contrario se los guardan por desconfianza en los intermediarios de la soberanía popular; porque el sufragio es para el que lo trabaja ya hace una campaña limpia y sin insultos. ¡Dios nos libre del fraude! Lo que nos avecina no es nada fácil, todo luce obscuro y trágico, ni siquiera el Gobierno, en su oasis económico, podrá predecir el futuro dentro de su turbulencia financiera de los últimos días. Ya no existe una sociedad o mejor dicho un pueblo alegre y confiado, esperando una mejoría en sus condiciones de vida. Ni la tarjeta de ayuda mensual de los más indigentes será capaz de revertir el voto. La recurrente excusa del precio del petróleo en el mercado mundial y los desbarajustes del pasado Gobierno, se traducirán en un voto para el PLD. No hay dudas que habrá sorpresas el 16 de mayo de 2008. El proceso político lo forma el lenguaje y las palabras, que no son vacías, siempre tienen sentido. No tener esto en cuenta es un error. La respuesta visceral de algunos políticos, es muy primitiva y no soluciona nada, sino que rebaja el discurso. Hay que pensar con la cabeza, el público requiere sensatez y respeto. Ojalá la Cuarta Vía lea esto, y no caiga en ese desatino, lo cual es valedero para el PRD.

jrmartinezbur@codetel.net.do

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