El trecho, de lo leído a lo vivido, es inmenso. La mayoría de las situaciones, por más que las veamos en los periódicos, nos sabrán a nada hasta que las vivamos en primera persona: una denuncia, vista en el papel, no siempre cala.
El lunes pasado pude comprobarlo al recorrer la “carretera turística” que va de Gaspar Hernández hasta Tenares: algunos tramos están tan mal que parecen caminos vecinales abandonados, en lugar de una vía turística. Ojalá que, por aquello de ser precavidos, a los locales no se les ocurra llevar extranjeros por ese camino que por momentos se torna bastante escarpado y reta, incluso, hasta a la paciencia.
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A pesar de las constantes denuncias que ha hecho el Consejo Regional de Desarrollo (CRD) en todos los diarios de circulación nacional desde hace bastante tiempo, sus palabras se las ha llevado continuamente el viento: las autoridades no se inmutan, tal vez porque nunca han pasado por ahí, y no acaban de resolver el problema.
El abandono provoca que la carretera se deteriore cada día más, lo que expone a quienes transitan por ella cada día. ¿No se supone que el turismo es el motor de este país? Ojalá que David Collado se anime a dar un paseíto por ahí junto a Deligne Ascención y, por no dejar, que se lleven también al presidente Luis Abinader.