NÉSTOR E. RODRÍGUEZ
El Colegio de México cuenta desde noviembre de 2006 con el archivo personal de Pedro Henríquez Ureña, donado por Sonia Henríquez a esta reconocida institución. Los documentos que integran la colección de Henríquez Ureña están aún sin catalogar, pero gracias a la intervención directa de Pablo Maríñez, embajador dominicano en México, a la diligencia del profesor Rafael Olea Franco y de la Lic. Citlali Nares, así como al espíritu de colaboración del Dr. Javier Garciadiego Datán, presidente del Colegio de México, he tenido acceso a documentos de incalculable valor para la bibliografía nacional dominicana.

La carta de Juan Bosch a Pedro Henríquez Ureña que reproduzco a continuación es sólo uno de cientos de documentos que integran el acervo del pensador dominicano y que aguardan pacientemente por los afanes de la investigación. NR

Partido Revolucionario Dominicano
Sección de La Habana
Habana, Cuba
10 de marzo de 1942.

Mi querido Pedro Henríquez Ureña:

No sé nada de Ud. desde hace un año, por lo menos. Poco después de Ud. irse de aquí le envié mi último libro, que ignoro si habrá recibido. Era una colección de cuentos. Creo que se lo dirigí a la Universidad o al Instituto de Filología. Si no le ha llegado dígamelo, para mandarle otro ejemplar de los cinco o seis que me quedan. Es un libro del cual posiblemente no tendré que arrepentirme, como de los   anteriores.

Aquí le mando unos recortes de Prensa en los que se alude a Ud., atacándolo en uno y defendiéndolo en otro. Ellos son parte de una serie larga batiendo la trinchera de supuesta democracia en que se refugia Trujillo. Por cierto que en estos momentos hay alarma en el Caribe y se abriga la sospecha de que en las costas dominicanas haya alguna base oculta de submarinos nazis. Por lo menos, eso han dicho algunos articulistas de la Prensa habanera. Yo, para serle sincero, no  lo dudo. Todo aquel que haya conocido a Trujillo sabe que él es capaz, por dinero, de poner en peligro no digo la seguridad de América ?cosa que a él no le importa nada? sino hasta la vida de sus padres. Sobre todo he aceptado la idea de que él haya cedido secretamente bases a Hitler, desde que supe, hace unos días, que le había cedido su yate al gobierno Americano por cien mil pesos, perdiendo setecientos mil en la transacción, dizque por ayudar a la Democracia. Y como Trujillo no hace nada que no tenga un fin práctico, me huelo que esa cesión del yate tiene su origen en la necesidad de encubrir su complicidad con Hitler. Si no conociera a Trujillo dudaría de esas noticias circulantes, porque se necesita ser loco o perverso para poner en peligro, a cambio de dinero, la vida de todo nuestro Continente.

Dentro de unos días le enviaré algunos folletos de Partido para que  vaya viendo cómo trabajamos. No nos pierda de vista, que nosotros pensamos a menudo en Ud.

Lino Novás Calvo me dijo en días pasados que Uds. ?la editorial? le  estaban publicando un libro de cuentos en una nueva colección. ¿Qué  hay de eso? ¿No me aceptarían a mí uno? Haga un esfuerzo por ayudarme  en ese sentido, porque la verdad es que si no consigo editores pasaré  mucho trabajo para publicar mis libros, y eso limitará mi producción ?  aunque de ello se alegren los lectores. Trate de ver si me consigue  entrada. Tengo lista una colección de cuentos que deseo y necesito  publicar.

Estuve en México, y muy cerca de su cuñado Lombardo. Gran hombre. Es  un líder continental. Tengo en plan escribir algo sobre él y la  Revolución Mexicana.

Mi dirección es Apartado 1054. Acuérdese (/sic/) de ella y 

escríbame. Saludos a doña Isabel y las niñas, -que ya no deben ser tales niñas, sino señoritas-.

Suyo,

Bosch (/rúbrica/)