Por RD$225,000.00 están vendiendo esta casa en la carretera que lleva a Constanza. Pero hay un par de cosas que no entiendo: ¿por qué la construyeron en la curva? ¿por qué la construyeron a la orilla del río? Porque, una casa colocada en el mismo trayecto del peligro no creo que sea la gran oferta como para meterse en ella y dormir con un sobresalto con todos esos camiones que suben y bajan para Constanza.

¿Y el río? ¿Es que el río nunca ha subido hasta su nivel? Seguro que sí. Entonces, ¿quién va a comprar una casa donde el ruido del río no es un arrullo para dormir, sino una amenaza para tener que dormir con un salvavidas puesto?

Pero además está el respeto por el río mismo. No tanto por lo que significa un río crecido, sino del respeto a la presencia del río como componente ecológico, como elemento de importancia vital para el sitio. ¿A dónde van a parar los desechos de la gente que ocupa la casa? Porque, no me van a decir que se van a la cloaca que baja a la Vega o sigue para Constanza.

Una casa que es un peligro habitarla, que se la puede llevar cualquier chofer bebido y cargado de zanahorias o repollos, que se la puede llevar el río en un arranque de rabia lluviosa, y que resulta una amenaza ambiental para el río y para la gente que vive más abajo, no creo que sea lo más apropiado para comprar.

Lo de siempre; falta de planificación, falta de escrúpulos, falta de consideración, falta de controles, falta de autoridad, falta de reglas… yo creo que a esa casa le deben llamar la casa de las faltas.